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YONKERS, Nueva York, 29 de marzo de 2012 /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ -- Una nueva investigación de ConsumerReports sobre tarjetas prepagadas ha concluido que la competencia en el rubro está comenzando a hacer bajar las tarifas, pero no siempre estas se revelan abiertamente y aún pueden sumarse rápidamente. Las tarjetas prepagadas ofrecen protecciones más débiles del consumidor que aquellas provistas por las tarjetas de débito tradicionales.
Las tarjetas prepagadas son plásticos recargables que pueden utilizarse para hacer pagos de manera similar a las tarjetas de débito y se están convirtiendo en las bases de un sistema bancario de segundo nivel. Estas tarjetas se asemejan a cualquiera otra tarjeta plástica de pago y llevan los logos de la red de Visa, MasterCard o Discover junto con la palabra "débito" en el frente de la tarjeta. La Reserva Federal ha descubierto que las tarjetas prepagadas son el medio de pago no en efectivo que más rápido está creciendo. Se espera que continúe este crecimiento a medida que el rubro de las tarjetas prepagadas trabaja por atraer la actividad de aproximadamente 60 millones de adultos con acceso limitado o nulo a cuentas bancarias. Para obtener más información, visite http://www.ConsumerReportsenEspanol.org.
"Ahora que muchos hogares confían en tarjetas prepagadas para gestionar sus finanzas, es hora de que la Consumer Financial Protection Bureau intervenga para proteger a los consumidores", afirmó Michelle Jun, abogada senior de Consumers Union, la rama de políticas y defensa de derechos de Consumer Reports. "Necesitamos nuevas normas que exijan que las tarifas sean comunicadas en un formato simple, a fin de que los consumidores conozcan los costos antes de comprar una tarjeta. Las tarjetas prepagadas deberían tener las mismas sólidas protecciones que tienen las tarjetas de débito, para que los consumidores puedan estar tranquilos sabiendo que su dinero está seguro en caso de pérdida o robo de la tarjeta".
Generalmente, los consumidores solo pueden encontrar información sobre algunas de las tarifas cobradas por los emisores de tarjetas antes de comprar una en una tienda. Si bien algunos emisores de tarjetas prepagadas ofrecen enlaces directos a los esquemas de tarifas de sus sitios web, otros dificultan la obtención de estos datos. Consumer Reports examinó 16 tarjetas prepagadas diferentes y concluyó que los emisores cobran una variedad de tarifas diferentes a los consumidores:
Tarifas para activar la tarjeta: 9 de cada 16 tarjetas prepagadas revisadas cobraban a los consumidores una tarifa para activar la tarjeta. Las tarifas de activación oscilan entre la más baja de $3 de Walmart Money Card, la tarjeta nFinanSe y la Approved Card, y $14.95 para la RushCard. Algunos emisores de tarjetas prepagadas como NetSpend y Western Union ya no cobran tarifas de activación.
Tarifas mensuales: 13 de las 16 tarjetas prepagadas cobran tarifas mensuales, que van desde los $2.95 para la tarjeta nFinanSe a $9.95 para las tarjetas Vision Premier y Univision. Algunas, como la tarjeta Bank Freedom, obvian la tarifa mensual si el consumidor realiza un depósito directo mínimo por mes. Algunas, como la RushCard, dan a los consumidores la opción de elegir el plan de tarifa mensual o el plan de tarifa por transacción.
Tarifa para obtener efectivo: 14 de las 16 tarjetas prepagadas examinadas cobraban una tarifa para retirar dinero de un cajero automático nacional, entre $2 y $2.50. Esto no incluye el cargo adicional impuesto por los operadores de cajeros automáticos. Los consumidores que usan tarjetas prepagadas de Green Dot y la de Univision tienen acceso gratuito a los cajeros automáticos de la red Allpoint, ubicados en varios lugares minoristas. De lo contrario, pagarán un cargo para usar los cajeros automáticos que no forman parte de la red. Algunas tarjetas prepagadas también cobran una tarifa por caídas de cajeros automáticos, que van de los 50 centavos a los $2 cuando no hay suficientes fondos en la cuenta.
Tarifas para consultar el saldo: 12 de las 16 tarjetas prepagadas imponen una tarifa para consultar el saldo en cajeros automáticos, que va de los 45 centavos a $1 por consulta. Puede ser que el operador del cajero automático cobre una tarifa adicional. Muchos emisores de tarjetas prepagadas ofrecen otros medios para consultar el saldo gratuitamente, como por correo electrónico, mensaje de texto o teléfono.
Tarifa para obtener un extracto impreso: Varias tarjetas prepagadas ya no ofrecen información sobre la disponibilidad de extractos impresos en sus acuerdos de tarjetas. Siete de las tarjetas prepagadas cobran a los clientes una tarifa para obtener un extracto impreso mensual que detalle sus transacciones. La tarifas para este servicio oscilaron entre $1 para la RushCard y $5.95 para la tarjeta NetSpend Visa. Muchas de las tarjetas prepagadas ofrecen acceso gratuito a extractos mensuales en línea, o por alertas de correo electrónico o mensajes de texto.
Tarifas de atención al cliente: Algunas tarjetas prepagadas permiten que todos los consumidores hablen con un representante de atención al cliente gratuitamente. Otras tarjetas prepagadas ofrecen atención al cliente gratuita si este establece depósitos directos o solo realiza una cantidad de llamadas limitadas por mes. Algunas tarjetas prepagadas cobran a los clientes cada vez que llaman a atención al cliente, entre 50 centavos por llamada para la tarjeta NetSpend Visa y $2.99 por llamada para la tarjeta UPSide.
Tarifas por inactividad: 5 de las 16 tarjetas cobraban tarifas cuando las tarjetas no se usan durante un cierto período. Estas tarifas varían entre $2.50 por mes para la tarjeta H&R Block Emerald Card (después de tres meses de inactividad) y la tarjeta Western Union MoneyWise (después de 13 meses) y $5.95 por mes para la tarjeta NetSpend Visa (después de 90 días de inactividad).
Los usuarios de tarjetas prepagadas pueden evitar algunas tarifas tomando ciertas medidas. Primero, busque en Internet el esquema de tarifas de la tarjeta para averiguar las diferentes maneras en que pueden cobrarle. Sus costos variarán mucho en función de la tarjeta que tenga y cómo la use. Asegúrese de entender los costos antes de seleccionar una tarjeta. Si decide obtener una tarjeta prepagada, podrá reducir sus tarifas utilizando un depósito directo para cargar dinero en ella. Evite los gastos relacionados con cajeros automáticos que no pertenezcan a la red de su tarjeta obteniendo dinero en efectivo al hacer compras y controlando su saldo en línea o por teléfono.
Los usuarios de tarjetas prepagadas podrían terminar perdiendo dinero si pierden sus tarjetas o se las roban y las utilizan para compras fraudulentas. Esto se debe a que no están protegidas por las mismas garantías regulatorias y legales que les permiten a los usuarios de tarjetas de débito recuperar su dinero. Si un usuario de tarjeta de débito contacta a un banco para denunciar la pérdida o el robo de una tarjeta dentro de dos días hábiles, la responsabilidad se limita a $50 (o hasta $500 si el consumidor presenta la denuncia luego de dos días hábiles). Los usuarios de tarjetas prepagadas no están garantizados por estas protecciones debido a que los términos contractuales podrían revisarse o rescindirse en cualquier momento.
Además, los usuarios de tarjetas prepagadas pueden no tener la misma garantía de la FDIC que sí tienen los titulares de cuentas bancarias de que podrán recuperar todo el dinero en caso de producirse una falla bancaria. Aun si el sitio web de la tarjeta prepaga muestra el logo de la FDIC conocido, no siempre es claro si el titular podrá recuperar la totalidad de la suma o una parte compartida con otros titulares de tarjetas prepagadas.
Muchas tarjetas prepagadas están ofreciendo nuevas características para permitir a los consumidores establecer registros de crédito o ayudar a aquellos que poseen un historial malo a reconstruir sus antecedentes de crédito. Pero Consumer Reports concluyó que la información de las transacciones de tarjetas prepagadas no es útil para ayudar a construir un registro de crédito. Algunas tarjetas prepagadas también ofrecen pequeñas líneas de crédito, que deben cancelarse en un período corto. Estos préstamos a corto plazo son costosos y deben cancelarse rápidamente como un préstamo asegurado con la remuneración laboral.
Consumers Union exhorta a la Consumer Financial Protection Bureau a exigirles a los emisores de tarjetas prepagadas que mejoren la comunicación de tarifas y se basen en las mismas protecciones obligatorias que la ley garantiza a los consumidores cuando utilizan tarjetas de débito asociadas con sus cuentas bancarias.