5 de agosto de 2019

El Vocero

El secretario del Departamento de Agricultura, Carlos Flores Ortega, explicó a EL VOCERO que los niveles continúan siendo extremadamente bajos aun cuando se ha registrado un aumento en la exportación de mangó, melón de agua y tomate. Sostuvo, además, que toma mayor relevancia cuando se compara con los sobre $2 mil millones que entran en mercancía a la Isla. 

“Tras el devastador paso de María se menguó la producción casi a cero, pero la se ha recuperado rápidamente. Nos tomó más o menos 10 meses para estar cerca de el 15% que teníamos y hemos superado ese número. En parte se debe a la inyección de fondos que han recibido que sobrepasa los $300 millones en dos años. Esperamos con esto poder aumentar aun más las exportaciones”, sentenció el titular de Agricultura. 

Flores Ortega aseguró que, tras dos años en proceso de recuperación, todavía hay cultivos cuya producción aun no se ha podido estabilizar. Tal es el caso del café, uno de los productos locales que más se exportaba y cuyas plantaciones se vieron afectadas en más de un 80%. “Por su biología natural, los cultivos de café no se han recuperado en su totalidad. Nos tomaría tres años producir comercialmente”, aseguró. 

La merma de este producto -que es reconocido como uno de los mejores del mundo- podría incidir sobre los bajos índices de exportación y el aumento en la importación. En Puerto Rico se consumen sobre 260 mil quintales de café al año y para la pasada temporada solo se lograron recoger 18 mil, lo que obligó a importar cerca de 240,000 quintales de café proveniente de México para satisfacer la demanda. 

Esto resulta preocupante para varios representantes de la industria, entre ellos la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, quienes en repetidas ocasiones han asegurado que estabilizar la industria cafetalera podría tardar de 8 a 10 años. 

Por otro lado, Flores Ortega comentó que, según la tendencia, sigue creciendo la venta de productos hidropónicos como lechuga, recao, cilantrillo y tomate, así como la carne de cerdo. Dijo, además, que podrían estar exportando más mangó con las plantaciones existentes, pero que no cuentan con los furgones necesarios para duplicar esa exportación. 

“El mangó es una industria de sobre $30 millones de dólares y la del tomate está cerca de unos $18 a $20 millones. Es dinero que se queda aquí y por eso hay que buscar la manera de ampliar nuestra presencia en el mercado de exportación. Son inversiones grandes”, acotó el funcionario. 

En términos generales, la balanza comercial se ha reducido significativamente. Según datos de la Compañía de Comercio y Exportación, para el año fiscal 2015-2016, el saldo comercial a favor de la Isla alcanzaba los $26,200 millones, cifra que para este año fiscal 2018-2019 se ha reducido a $14,100 millones, una merma de 46.2%. 

En el año fiscal 2015-2016, la Isla exportaba $69,400 millones e importaba $43,200 millones. Para 2017, hubo un alza hasta alcanzar unos $71,900 millones en exportación y $43,300 en importación. Luego, en el año fiscal 2017-2018, que fue atípico por la llegada del huracán María, se experimentó una merma significativa en ambos componentes. La exportación cayó a $59,200 millones y la importación a $38.4 millones. 

A juicio del secretario, sustituir las importaciones podría aumentar la producción en Puerto Rico, mientras funciona como una herramienta para hacer frente a la crisis económica que aqueja a la Isla. “El plan agrícola está diseñado para que en 8 años podamos duplicar la producción. Llevar la producción a un 30% y que 10% de eso se exporte. Para exportar no se necesita tener grandes volúmenes, ni pensar en furgones y furgones”, puntualizó. 

“Hemos estado poniendo en contacto a agricultores locales con compradores como supermercados para lograr que se comiencen a sustituir las importaciones. Hemos también expandido los mercados familiares y estamos moviendo sobre $140 millones que antes no se movían. Eso es una venta directa para el agricultor”, concluyó Flores Ortega.