14 de diciembre de 2020
El Vocero
En la medida en que la economía se sigue apretando, todos los sectores económicos del país tienen que hacer sus ajustes para atemperarse a las nuevas realidades del mercado, y la industria de funerarias no es la excepción. El negocio funerario está cambiando y adaptándose a los tiempos por necesidad y porque deben aprender a satisfacer las cambiantes necesidades de sus clientes.
Sin embargo, dentro de estos ajustes, el precio ha sido uno que refleja una tendencia alcista. Ante las restricciones de la pandemia de Covid-19, las funerarias del País están operando de manera normal, luego de verse afectadas dramáticamente los primeros meses de encierro, sin embargo, el alza en costos de materias primas ha incrementado el precio de los servicios entre un 18% hasta 40%, comparado con los años previos a la pandemia del Covid-19.
Acorde con datos suministrados previamente por la Asociación de Funerarios de Puerto Rico, en marzo de 2020 el costo de una cremación oscilaba entre los $850 a $900, hoy, dicho servicio supera los $1,000, pero con velatorio y entierro se eleva a los $2,500. En el 2016, el mismo servicio promediaba los $800. En el caso de optar por el servicio completo de velatorio y entierro, el servicio promediaba en marzo los $2,000, cuantía que hoy inicia en los $2,400, mientras, en 2016 figuraba por los $1,500, precios que al parecer seguirán incrementando por al alza de algunos productos esenciales para brindar este servicio.
“Las cremaciones comienzan en $1,000, pero con un velatorio el costo sube a cerca de $2,500. Estos costos van a aumentar porque el gas está mucho más caro. En el caso de los entierros y velatorios, los servicios comienzan en $2,400, lo que depende mucho del tipo de ataúd que se elija”, comentó Luis González, presidente de la Cámara de Dueños de Funerarias de Puerto Rico, y también propietario de la Funeraria Santa Ana en Cabo Rojo y del Centro de Cremación Santa Ana.
Sin embargo, Eduardo Cardona, presidente de la Asociación de Funerarios de Puerto Rico y propietario de la Funeraria Cardona en San Juan aclaró que los costos se pueden adaptar a las necesidades económicas de los clientes a quienes se les presentan diferentes alternativas.
“Hay sepelios que pueden empezar en los $1,000 y las cremaciones salen mucho más económicas si no incluyen el servicio de capilla y ataúd”, declaró Cardona.
En este momento muchas familias optan por darle cristiana sepultura a sus seres queridos, pero otros están eligiendo cremar el cuerpo de su familiar por otros factores, además de la crisis económica.
“En marzo y abril cuando no se podían hacer velatorios, aumentaron mucho las cremaciones, pero ahora ambos servicios están en 50% y 50%. Muchos prefieren la cremación porque es más económica, pero también estamos viendo un cambio en la mentalidad de esta generación que es más práctica”, explicó González.
Los entrevistados coincidieron en que el factor ahorro, definitivamente es una de las razones para decidir por la cremación, ya que muchas familias, además de atravesar la pérdida de una persona cercana, también enfrentan una situación financiera muy difícil.
“No hay mucho dinero en la calle y hay mucha gente sin trabajo, por lo que buscan servicios económicos. Esta decisión depende de cada familia, porque también hay personas que pueden pagar un velatorio y entierro”, comentó Cardona.
Los velatorios actuales
La orden ejecutiva de la gobernadora Wanda Vazquez, exige que las funerarias, al igual que los establecimientos comerciales, conserven el 30% de ocupación, prohíbe personas en los pasillos o fuera de las capillas y en los espacios donde la gente tradicionalmente se reunía para disfrutar de refrigerios y entremeses.
“En el lobby no puede haber nadie, no se aceptan niños menores de 12 años y las cafeterías están cerradas. Lo que se brinda en estas cafeterías como café y chocolate es un obsequio de la funeraria. Al estar cerradas, no se traduce en un ahorro para nosotros, porque los gastos operacionales han aumentado por los materiales de desinfección”, detalló el presidente de la Cámara de Dueños de Funerarias de Puerto Rico.
En cuanto a los cafés, -que venden sus productos y que incluyen almuerzos y otros alimentos- para los visitantes de las funerarias, también están cerradas.
“En esta área se han eliminado empleos, pero no significa grandes pérdidas porque no son el fuerte de las funerarias, lo son los servicios de velatorio y entierro”, resaltó Cardona.
El manejo del cuerpo en tiempos de Covid-19, es igual de estricto al que han trabajado las funerarias en todo momento, ya que la higiene y protección de los empleados y familiares siempre es muy estricta en este tipo de servicio para evitar el contagio con cualquier tipo de enfermedad.
“Dentro de la situación, los números de las funerarias se mantienen normales. Ahora con la orden ejecutiva no podemos tener velatorios los domingos, pero ofrecemos alternativas. La mayoría de las funerarias tienen velatorios de lunes a viernes en horarios de 8:00 a.m. al mediodía o de 1:00 p.m. a 6:00 p.m.”, declaró González.
Datos de la Asociación reflejan que el 90 por ciento de la industria de servicios fúnebres está compuesto por pequeñas empresas nativas que reinvierten su ganancia y capital a nivel local. Se estima que esta industria genera cerca de 4,000 empleos, directos e indirectos a través de 225 funerarias en Puerto Rico