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  Por el libro
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19 de junio de 2006

MADRID.- La compañía Bausch & Lomb ha presentado los resultados de una investigación que identifica qué problema de formulación de uno de sus productos, Renu MoistureLoc, facilitó el brote de infección ocular por hongos registrado en EEUU y en otros países del sudeste asiático a principios del pasado mes de mayo.

Según ha indicado la compañía durante el congreso de la Academia de Oftalmología Asia-Pacífico, celebrada estos días en Singapur, la causa de estas queratitis por el hongo Fusarium podría estar en la fórmula de este limpiador. A diferencia de las soluciones de limpieza tradicionales, que contienen únicamente un polímero, este limpiador contenía tres.

Como explica a elmundo.es el presidente de la Sociedad Española de Contactología, el doctor José N. Fernández del Cotero, los polímeros son sustancias "que se emplean en las soluciones limpiadoras de las lentes, asociadas con los desinfectantes, para aumentar su confortabilidad sin que disminuya su antiseptización".

Esta modificación, introducida inicialmente para que el líquido fuese más cómodo para los usuarios de lentes de contacto, impedía sin embargo que los hongos fuesen eliminados por el desinfectante incluido en su composición. Así lo ha explicado en esta reunión científica el director del Instituto Nacional del Ojo de Singapur, el doctor Donald Tan, que fue precisamente el primer especialista que alertó a las autoridades de su país del inusual número de infecciones por hongos que se estaban detectando entre usuarios de lentes de contacto.

Entre los pacientes, notó Tan, había un vínculo común: varios de ellos usaban el mismo líquido para limpiar sus lentillas, el producto de la marca Bausch & Lomb Renu MoistureLoc. La investigación que posteriormente se puso en marcha en EEUU, cuando comenzaron a aparecer infecciones en diferentes estados del país, acabó con la retirada mundial del mercado del producto y un reconocimiento por parte de la empresa de que había algo "en las características únicas del producto" que podía "incrementar el riesgo de queratitis por hongos en algunas circunstancias".

Las conclusiones del doctor Tan indican asimismo que los hongos eran capaces de proliferar en la punta de apertura y en la tapa de los frascos abiertos, de manera que al usarlos, los patógenos podían llegar a la lente cada vez que ésta entraba en contacto con el líquido. Renu MoistureLoc apareció en el mercado a finales de 2004.

Como añade el doctor Fernández del Cotero, lo que se ha planteado en este caso es que "determinadas circunstancias del agente desinfectante del producto, a pesar de ser seguro y eficaz, en situaciones extremas, cuando la concentración de polímeros aumenta, podría contribuir a la contaminación por Fusarium". Por ejemplo, en el caso de elevadas temperaturas, o cuando los estuches se dejan abiertos y la solución se evapora o bien si éste no está adecuadamente limpio.

Sólo 15 casos en cuatro décadas
Un artículo publicado esta semana en la revista 'Archives of Ophtalmology' analiza precisamente las características clínicas y microbiológicas de 34 casos de queratitis fúngica detectados entre enero de 2004 y abril de 2006.

Según los especialistas de la Universidad de Miami autores de esta revisión, "en nuestra institución sólo se detectaron tres casos de esta infección en usuarios de lentillas entre 1969 y 1977; dos entre los años 1977 y 1982; y cinco en los diez años siguientes".

De los 34 historiales médicos que revisó el equipo dirigido por el doctor Eduardo Alfonso, 13 contenía el nombre de la marca de solución de limpieza que usaban los sujetos en el momento en que fueron diagnosticados. Doce de los pacientes utilizaban algún producto de la marca Renu: dos de ellos el limpiador retirado, Renu MoistureLoc; y los 10 restantes alguna otra de la misma marca sin especificar.

Uno de los problemas detectados por estos investigadores es el retraso con que se diagnosticó la queratitis, en una media de nueve días. Además, subrayan, cuanto más se retrasaba la identificación del problema, más tardaban posteriormente los pacientes en recuperarse. "Basándonos en la experiencia de esta serie, nuestra impresión es que un diagnóstico correcto y temprano, y un tratamiento antifúngico adecuado permiten una resolución más rápida de la queratitis".

En este sentido, el doctor Fernández del Cotero subraya que sólo en los casos más avanzados este tipo de infecciones pueden precisar un tratamiento quirúrgico. Mientras tanto, subraya, las recomendaciones para los usuarios de lentillas son, dejar de usar el líquido retirado, enjuagar minuciosamente el estuche de las lentillas así como las propias lentes con cada uso, conservarlas en un líquido limpio cada vez, no alargar el reemplazo de las lentes más allá de los indicado y cambiar de estuche cada tres meses.