4 de marzo de 2011
El Nuevo Dia
Cuando se detienen las labores académicas y administrativas en la Universidad de Puerto Rico (UPR) Recinto de Río Piedras uno de los afectados son los empleados de los merenderos ubicados en el interior del campus. Tras un recorrido por el recinto, los empleados -que algunos dijeron apoyan la lcuha de los estudiantes en contra de la cuota anual de $800- indicaron que un cierre o paralización de labores en la UPR tiene el efecto de que se queden sin salario. "Me afecta bastante. Si no trabajo, no cobro", dijo Amarilis Franjul, la mujer que atiende el merendero cercano a la facultad de Humanidades. Allí la mujer vende comida vegetariana, yogurt con frutas y miel, entre otros alimentos. No pudo precisar cuánto pierde el negocio monetariamente, ya que no es de su propiedad. Recordó que en la pasada huelga -decretada en abril de 2010 por los estudiantes- se quedó desempleada. "Lo sentí aquí y aquí", dijo Franjul señalándose el corazón y el bolsillo. "Apoyo la lucha, pero a veces cuestiono los medios que utilizan (los estudiantes), que no son los más recomendables", sentenció mientras continuaba despachando alimentos a los universitarios. Lo mismo hacía John Lucena, dueño del merendero #4 de la facultad de Ciencias Sociales. No quiso decir cuánto dinero pierde por la paralización del recinto, pero aseguró que le afecta. "Tuve mermas marcadas". Dijo que desde diciembre cuando se decretó una segunda huelga en Río Piedras por la polémica cuota anual de $800, aunque el campus se mantuvo abierto, los negocios se perjudicaron. "Muchos estudiantes no venían (a los negocios). Venían cogían sus clases y se iban rápido", dijo Lucena. Acto seguido, explicó que como para entonces el recinto -al igual que ahora- estaba ocupado por la Policía y eran continuas las escaramuzas entre estudiantes y oficiales del orden, muchos universitarios optaban por no quedarse en la universidad por temor a figurar entre los arrestados o los golpeados. Como acto de solidaridad con los estudiantes, Lucena dijo que "cuando hay interrupción o paro no entramos". Soraya Correa y Rosa Reinoso, quienes atienden el merendero #3 -también en la facultad de Ciencias Sociales- se hicieron eco de las expresiones de Lucena y Franjul. "Nos afecta. No cobramos", dijo Correa recordando que la semana pasada no abrieron martes y miércoles. Esos respectivos días se produjo en el Recinto de Río Piedras la asamblea de estudiantes y el paro de 24 horas. "Todo lo que queremos es seguridad, que se resuelva esto. Somos empleados y somos pobres", dijo Reinoso para dramatizar la pérdida de ingresos que tienen cuando se detienen las labores en el campus.
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