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  Estirando el chavito
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4 de marzo de 2011

El Nuevo Dia

Si su bolsillo está adolorido con el alza en el precio de la gasolina, prepárese para recibir otro cantazo en los próximos días, pues el cilindro de gas licuado también aumentará.

El alza, se estima, rondará entre $14 y $15 para el pipote de 100 libras, mientras el de 20 libras subirá $5 aproximadamente, dijo Ramón González, presidente de Empire Gas, una de las principales importadoras de gas en la Isla.

González indicó que el cilindro de 100 libras, cuyo precio promedio está en $85, podría alcanzar los $100. "Ha estado cerca, pero nunca a $100. ésta será la vez que más caro esté el producto", manifestó.

Explicó el importador que desde octubre pasado el precio del gas licuado ha subido 60 centavos por galón. De esos, unos 20 a 25 centavos aumentaron la pasada semana. "El impacto ha sido monumental", comentó González.

De hecho, en EE.UU. la pasada semana se registró el segundo aumento semanal más alto desde el 1990, según el Departamento de Energía federal. El alza fue de 19 centavos el galón, y sólo lo supera el alza de septiembre 2005 ocurrido por el huracán Katrina.

González dijo que la mayoría de esos incrementos en precio no se le han pasado al consumidor, sino que los mayoristas y distribuidores los han absorbido. Además, en el caso de su compañía, ésta tiene inventario para 90 días, lo que le ha permitido vender el producto a los precios anteriores.

"Hemos esperado a ver si el mercado se estabiliza, pero lejos de que eso suceda, se ha disparado", manifestó, al tiempo que dejó saber que los consumidores sentirán el aumento en los próximos siete a 10 días.

El incremento desmedido en el precio del gas está ligado a la crisis geopolítica que vive el Oriente Medio y los países del norte de áfrica. La mayoría del gas licuado que importa Puerto Rico proviene precisamente de los países de esa región, como Libia y Argelia, aunque también llega de Brasil e Inglaterra.

El aumento será escalonado

Otro agravante que podría complicar aún más la situación, según González, es que debido a la situación convulsa que vive Libia, el gas está escaso y no se consigue en las mismas cantidades que se conseguía hace seis meses.

Aunque en Puerto Rico, hay pocos importadores de gas, existen 90 plantas embotelladoras y 850 distribuidores autorizados de gas licuado. Eso significa que la competencia es tan férrea, que con toda probabilidad muchos negocios pasarán el aumento, de manera escalonada, para no perder clientela.

Carlos Declet, dueño de la distribuidora Santurce Gas, es uno de ellos. Dijo que aunque no le gusta aumentar los precios, no le queda otra alternativa, aunque no los pasará todo de cantazo.

"Ya no hay oxígeno, hay que subir el precio. Es una situación lamentable porque muchos de los clientes residenciales son gente pobre", aseveró.

Aquí el 58% de las familias utiliza el gas para confeccionar los alimentos.

En el caso de Santurce Gas, pasará los primeros $5 esta semana a los clientes, y paulatinamente hará lo mismo, a menos que el barril empiece a bajar.

La industria podría colapsar

A Declet le preocupa que este incremento en el precio del gas pueda tener repercusiones más serias para la industria en Puerto Rico.

Esto porque muchos gaseros podrían retirarse del negocio, o peor aún, recurrir a la quiebra, señaló.

Explicó que todavía hay muchos miembros de la industria que arrastran déficits y no se han recuperado económicamente del alza en precios que hubo el año 2008, cuando el precio del barril de crudo sobrepasó los $140.

En aquel momento, cada camión de gas costaba casi $30,000 y hubo comerciantes que tuvieron que recurrir a líneas de crédito para costear el alza.

"Se acumularon deudas monstruosas. En apenas seis meses, yo me endeudé en $500,000. Agoté todas las líneas de crédito personales y comerciales", dijo el distribuidor, quien indicó que los miembros de la industria del gas enfrentan los mismos problemas que los de la industria de la gasolina.

"Este nuevo incremento podría generar la tormenta perfecta para el colapso de la industria del gas", agregó Declet.

Por su parte, el secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (Daco), Luis Rivera Marín, dijo que se mantiene atento a los cambios en los precios del gas, tal y como hace con los de la gasolina y el diesel.

No obstante, Rivera Marín reconoce que es difícil establecer controles de ganancia a la industria porque el sistema de distribución es complejo.