2 de marzo de 2011
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WASHINGTON (AFP) - El Tribunal Supremo de Estados Unidos estimó este martes en un fallo unánime que las empresas no podían beneficiarse de las normas que protegen su "vida privada" al mismo título que las personas físicas. En su decisión de ocho votos contra cero (una jueza se abstuvo), la más alta instancia judicial estadounidense rechazó la pretensión de la empresa de telecomunicaciones AT&T, que había ganado una apelación contra sus competidores de Comptel. En el origen del caso, estaba la ley norteamericana sobre la libertad de informar (FOIA), que autoriza a cualquier ciudadano a pedir la publicación de todo documento que no se considere confidencial. La ley prevé restricciones a esta obligación, en particular para documentos que contienen secretos de defensa, secretos industriales o que pongan en peligro el respeto de "la vida privada" de una persona. En 2004, AT&T fue objeto de una investigación de la autoridad de telecomunicaciones de Estados Unidos (FCC), tras haber reconocido que había cobrado una cuenta demasiado elevada a esta última en el marco de un contrato entre ambas para el equipamiento de instituciones avanzadas en telecomunicaciones. El litigio se saldó unos meses después por un acuerdo amigable entre AT&T y la FCC. Pero en abril de 2005, un competidor de AT&T, Comptel, recurre a la ley sobre libertad informativa para obtener documentos relativos a la investigación de la FCC. AT&T apeló la demanda en nombre del respeto a la "vida privada", que la protege de la difusión pública de documentos comprometedores. El tribunal de apelaciones le dio la razón, al estimar que en la medida en que el término "persona" puede abarcar a una empresa, el adjetivo "privada" también le es aplicable. Para impugnar esta decisión, el Supremo se entregó a un largo análisis gramatical y lexicográfico y estableció la diferencia semántica entre los términos "persona", que puede representar a una empresa y "personal" que sólo se aplica a los individuos. "En general, un adjetivo refleja la significación del nombre al que corresponde, pero no es siempre el caso", asegura John Roberts, presidente del Tribunal, quien redactó el fallo. Recuerda además que, con excepción del tribunal de apelaciones, que lo estableció para este caso preciso, ningún otro tribunal reconoció jamás a una empresa un derecho a la protección de su vida personal. "Estamos seguros de que AT&T no lo tomará como un asunto personal", concluye el Supremo.