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  Por el libro
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22 de febrero de 2011

Primera Hora

Le cantan al Señor y sus melodías inspiran a muchas personas que atraviesan situaciones difíciles. La música sacra se ha convertido en el bálsamo para aquellos que buscan guías espirituales, terapias para su soledad, fortaleza en medio de la incertidumbre.

Más allá de su mensaje, la industria de la música sacra es, al igual que el reguetón, la salsa y el rock, una de sólidos ingresos gracias a sus fieles seguidores, y es por ello que los criminales logran lucrarse a través de la piratería de discos compactos de este género.

Según el portal cristiano Enlace Musical www.enlacemusical.com, un estudio comisionado por la Asociación de Música Gospel a una empresa de investigación sobre tendencias culturales e iglesia cristiana, en California, reflejó que los jóvenes activos en su fe no están dando un buen ejemplo de moral cuando se trata de cómo adquieren música.

"Como todos los otros segmentos de la industria musical, nuestras ventas de álbumes han sido afectadas por la continuada piratería de música por los consumidores", dijo John Styll, presidente de la Asociación.

Y Puerto Rico no ha sido la excepción. Tan reciente como el viernes, 11 de febrero de 2011, agentes adscritos a la División de Propiedad del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Vega Baja intervinieron con películas y música pirateadas en un pulguero ubicado en la carretera PR-2, del sector Tortuguero de ese pueblo.

Llegaron y, como en otras instancias, se toparon con el material pirateado, en su mayoría películas que han salido recientemente en el cine y música.

No obstante, lo que les llamó la atención esta vez fue que, en las mesas del mercadillo, colocados en unas cajas de plástico, estaban a la venta discos religiosos entre $3 y $4. En esencia, eran discos plateados copiados en computadora y, con un marcador negro, tenían escritos el nombre del artista y el título del álbum.

Cerca de mí, de Yamil Ledesma; Te alabaré por siempre, de Yadira Coradin; Yo soy tu Dios, de David Méndez; Bajo el mismo cielo, de Marcela Gándara; Por si no hay mañana, de Samuel Hernández y Ayer te vi más claro que nunca, de Jesús Adrián Romero, fueron algunas de las producciones reproducidas ilegalmente y vendidas a los clientes del pulguero en menos de la mitad de su precio en el mercado.

En total, se ocupó un centenar de materiales musicales religiosos en dicho operativo, en el que se confiscaron 6,699 discos compactos y 4,609 películas.

"Es la segunda vez que nos encontramos con este tipo de música. Arrestamos a cuatro personas que estaban en mesas vendiéndolos. Una pareja estaba administrando una carpa donde estaba la música en mesas. Se arrestó a Robert Delgado Rivera, de 31 años, a quien se le había arrestado por lo mismo en otra ocasión. También detuvimos a Tara Polanco López por lo mismo. Otra persona que estaba con la música sacra salió corriendo", dijo el director del CIC de Vega Baja, el teniente José Arocho.

El crimen llegóal ámbito sacro

Uno de los obstáculos que enfrenta la Uniformada para procesar a los piratas de la música cristiana es que no habían logrado dar con los perjudicados. Pero, Primera Hora logró contactar a algunos de los afectados.

"Esto es sumamente lamentable, no por lo económico, porque nosotros vivimos nuestra vida en fe y creyendo que Dios es el proveedor. Lo que me preocupa es lo que está en el corazón de las personas, porque esto es robo", dijo a este diario el cantante David Méndez, cuya segunda producción discográfica, Yo soy tu Dios, lanzada al mercado en el 2007, fue una de las pirateadas.

¿Cómo se siente de que esta actividad ilegal perjudique la industria de la música sacra?

Es triste, pero en cierto sentido me siento optimista porque más personas podrán escuchar las canciones y espero que se logre la sanación de su corazón, comentó Méndez.

¿Acudirá a las autoridades para hacer alguna reclamación?

No pienso hacer nada al respecto; es una lucha infructuosa que es bien difícil de controlar. El disco se sigue vendiendo y lo pongo todo en las manos de Dios.

Cabe señalar que Méndez ya se había percatado de que una página de Internet tiene colgadas su música y su biografía sin su autorización, cuando él vende sus producciones oficialmente por iTunes.

Otra de las infortunadas fue la cantante Yadira Coradin, quien lleva 17 años de carrera entre Puerto Rico y Nueva York. Su esposo y productor, Rafael Coradin, habló con este diario y dijo que Te alabaré por siempre es la novena producción de su pareja.

"Es la primera vez que me entero que esto sucede aquí en Puerto Rico. En Internet uno sabe que sí ocurre, en formatos de download, que es demasiado difícil de controlar, pero así en el disco físico, no estaba enterado. Vamos a darle seguimiento a esta situación", dijo el productor.

En el mercado, las producciones de Yadira Coradin fluctúan entre $14 y $15.

"Es bien triste, porque esto es robar. Es como ir a un supermercado y robarse un artículo de una góndola. Nos afecta a los que invertimos dinero en una producción y que nos encontramos en la lucha por recuperar la inversión. El que la piratería llegue al mundo cristiano es terrible porque, a través de las canciones, intentamos hacer el bien y sanar a las personas", dijo el empresario.

Se estima que la piratería cuesta entre $200 y $250 mil millones en pérdidas.