5 de febrero de 2011
El Diario NY
NUEVA YORK/EFE — Un conocido cirujano plástico dominicano fue acusado ayer por la Fiscalía General de Nueva York de cuatro cargos de práctica ilegal de la medicina en este estado por lo que podría enfrentar hasta 16 años de prisión. De acuerdo con la fiscalía, Héctor Cabral hacía consultas y exámenes médicos a sus pacientes en Nueva York y luego les pedía que hicieran una cita para la cirugía plástica en su clínica en la República Dominicana. Indicó además que algunas pacientes experimentaron dolor y quedaron con cicatrices e incluso desfiguración permanente tras la cirugía. La acusación contra el galeno señala que aunque Cabral vio a sus pacientes en Nueva York luego de la cirugía plástica "no atendió adecuadamente sus quejas de dolor o preocupaciones". "El acusado se hizo pasar por un profesional médico con licencia y traicionó la confianza de las mujeres", indicó el fiscal general Eric Schneiderman. "Nuestras leyes estatales protegen a las personas de procedimientos riesgosos y de calidad inferior como los sufridos por estas víctimas", agregó. Cabral fue arrestado en El Bronx el pasado 31 de enero, pero no fue hasta ayer que la fiscalía hizo pública la información. Indicó además que el médico dominicano tuvo que entregar su pasaporte y debe presentarse hoy a la Corte Suprema de Manhattan. El médico fue arrestado el año pasado en Queens bajo los mismos cargos. Las acusaciones alegan que Cabral ofreció procedimientos cosméticos de bajo costo a las mujeres en Nueva York. Consultó a los pacientes en Nueva York y realizó exámenes a fondo, a veces usando un marcador para delinear las áreas en los cuerpos de los pacientes que se verían afectados. Los pacientes fueron instruidos para hacer citas en la clínica de Cabral en la República Dominicana, donde se realizan las cirugías. A continuación, algunos pacientes experimentaron dolor, cicatrices y otras complicaciones médicas, incluyendo desfiguración permanente por atrofiados procedimientos de liposucción. Cabral realizó visitas de seguimiento en la ciudad de Nueva York, pero no abordó adecuadamente el dolor de los pacientes o sus inquietudes. Los pacientes pagaron a Cabral por cada consulta, cirugías y seguimiento. Con las consultas y seguimiento que llevó a cabo en el estado de Nueva York, Cabral violó la Ley de Educación 6512 (1) que prohíbe la práctica de la medicina sin licencia.