3 de febrero de 2011
El Nuevo Herald
Los alquileres en aumento, los salarios que no suben y el alto desempleo llevaron a más de 7 millones de familias estadounidenses a vivir en alojamientos por debajo del estándar o a pagar más de la mitad de sus ingresos mensuales por el alquiler en el 2009, según un informe federal entregado al Congreso este martes. Durante el momento más alto de la Gran Recesión, el número de familias de bajos ingresos con ``casos de viviendas por debajo de sus necesidades' aumentó en cerca de 1.2 millones, o 20 por ciento, del 2007 al 2009. Este es el mayor aumento de dos años desde que el Departamento de Viviendas y Desarrollo Urbano (HUD) comenzó a rastrear los datos en 1985. Los inquilinos de muy bajos ingresos que no reciben asistencia gubernamental para la vivienda, se considera que tienen ``casos de viviendas por debajo de sus necesidades' si viven en condiciones pobres o si su alquiler les consume más de la mitad de sus ingresos. Todos los tipos de familias, todos los grupos raciales y étnicos y todas las regiones del país vieron un aumento de estos inquilinos en apuros en el 2009, dijo Raphael Bostic, secretario adjunto de HUD para desarrollo de políticas. ``La pérdida de ingresos, la falta general de viviendas asequibles y la carga del aumento en el alquiler mensual, están ejerciendo, evidentemente, una gran presión sobre las familias carentes de ayuda en el extremo más bajo del espectro de ingresos', dijo Bostic. Alrededor de 4.4 millones de inquilinos de muy bajos ingresos --los que ganan menos de la mitad de los ingresos medios de su área-- reciben ayudas con el alquiler por parte de HUD, como vales para el alquiler de viviendas públicas y de la Sección 8. Pero esto representa sólo el 25 por ciento de quienes son elegibles, dijo Bostic. En muchas ciudades, el período de espera para recibir asistencia para la vivienda puede ser de años, debido a la acumulación de lassolicitudes. Según los parámetros históricos, una vivienda se considera ``asequible' o ``costeable' si los residentes pagan no más del 30 por ciento de su ingreso mensual por el alquiler y las utilidades. El Centro Conjunto de Estudios sobre la Vivienda de Harvard ha calculado que 200,000 de tales apartamentos se pierden cada año. Del 2001 al 2007, la existencia de unidades de alquiler asequibles disminuyó en 6.3 por ciento, o 1.2 millones, mientras que la existencia de unidades de altos alquileres aumentó 94.3 por ciento.