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  Por el libro
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1 de febrero de 2011

El Nuevo Herald

La batalla sobre cuánto reciben los gobiernos locales en impuestos cuando usted reserva una habitación de hotel por internet se está agudizando en otra arena: la Legislatura de la Florida.

Las compañías de viajes en internet como Expedia y Priceline dicen que ellas no necesitan cobrar impuestos sobre la cantidad total que les cobran a los consumidores. Esto ha causado docenas de demandas nacionalmente por ciudades y condados. Más de 50 de los 67 condados de la Florida se unieron a las demandas para recobrar impuestos por desarrrollo turístico. Dos fueron zanjadas y el resto sigue su camino a través de los tribunales.

Ahora, los legisladores quieren zanjar la cuestión en favor de las compañías de viajes en internet. Los proyectos de ley presentados este mes por el senador Don Gaetz, republicano por Destin, y el representante Jason Brodeur, republicano por Sanford, las eximiría de cobrar o de pagar los procedimientos fiscales turísticos.

Los opositores no quieren darles oportunidades a los sentimientos antiimpuestos de la Legislatura fuertemente republicana y del gobernador Rick Scott, incluso aunque el impuesto ha estado en los libros por años.

``No es un impuesto extra o un impuesto aumentado', dice Chad McLeod, portavoz de la recaudadora de impuestos del condado Pinellas, Diane Nelson. ``Se trata de cobrar impuestos sobre la tasa completa pagada por los consumidores'.

Un montón de dinero está en juego. Los condados de la Florida pierden alrededor de $22 millones al año en impuestos por desarrollo turístico no cobrados, según un análisis legislativo de una propuesta de ley similar de la Cámara que no logró obtener la aprobación del Senado el año pasado. Las pérdidas del condado de Pinellas en el 2008 llegaron a $1.4 millones, dice Nelson.

El negocio funciona de este modo: Un hotel pone habitaciones disponibles para una compañía de viajes en internet a una tasa de descuento. La compañía vende una habitación por un precio de reventa más alto, y le cobra a la tarjeta de crédito del consumidor. Cuando el consumidor entra en el hotel, la compañía de viajes le paga al hotel la tasa más baja de venta de habitaciones al por mayor y el impuesto local sobre ese precio.

Así, si el precio al por mayor es $100 y el precio de reventa es $150, dicen los recaudadores locales de impuestos, la compañía de viajes en internet ha evitado pagar impuestos sobre la diferencia de $50.

Los gobiernos locales, en medio de luchas financieras, están desesperados por sacar dinero de los impuestos sobre los servicios que ofrecen las compañías de viajes en internet, dicen los cabilderos de las companías.

Hasta ahora ninguno de los casos de la Florida ha llegado a juicio, pero sí han existidoacuerdos.