Inicio  








  Por el libro
Bookmark & Share

14 de enero de 2011

Europapress.es

Investigadores de la Universidad de Boston (Estados Unidos) aseguran que los medicamentos que se recetan habitualmente para prevenir la caída del cabello podrían producir efectos adversos "significativos" en la salud sexual de algunos individuos, según los resultados de un estudio que publica el 'Journal of Sexual Medicine'.

Actualmente, finasterida es el único fármaco aprobado para combatir la pérdida de cabello, comercializado por la farmacéutica americana Merck & Co. bajo el nombre de 'Propecia' o 'Proscar', aunque existen otros en proceso de investigación, como dutasterida, que, al igual que el primero, actúa inhibiendo la enzima 5-alfa-reductasa.

Sin embargo, el análisis de varios estudios clínicos ha mostrado que ambos fármacos podrían causar pérdida de líbido, disfunción eréctil, problemas eyaculatorios y una potencial depresión en algunos hombres.

Todo ello pese a que, en esta revisión se ha vuelto a confirmar una "marcada eficacia clínica" frente a la inflamación de la próstata causada por hiperplasia prostática benigna (HPB) y cáncer de próstata, indicación para la que ya estaba autorizado su uso.

Sin embargo, explica Abdulmaged Traish, autor del estudio, en declaraciones a la BBC, recogidas por Europa Press, "aunque se cree que los efectos secundarios adversos de estos agentes son mínimos, la magnitud de los efectos adversos en la función sexual, la ginecomastia (agrandamiento de las glándulas mamarias en el hombre), la depresión y la calidad de vida continúa estando muy mal definida".

En los ensayos clínicos analizados, se encontró "una posible relación causal" entre el uso de los fármacos y los efectos adversos prolongados en la función sexual de un grupo de hombres, incluida la disfunción eréctil y la disminución del deseo sexual.

Los científicos creen que estos efectos adversos han recibido una mínima atención y, por tanto, es necesario llevar a cabo más estudios para confirmarlos y determinar la razón por la cual persisten en algunos individuos.

"PRECAUCIóN EXTREMA" AL RECETARLOS

Mientras tanto, se recomienda a los médicos que tengan "precaución extrema" antes de recetar a los pacientes estos tratamientos, ya que "antes se debe establecer una discusión honesta y abierta con los pacientes para educarlos sobre este serio asunto", advierte el profesor Traish.

"En algunos pacientes el efecto puede ser prolongado, mientras que otros no se recuperan bien después de haber discontinuado el uso de los fármacos", agrega el investigador.

Por su parte, la farmacéutica Merck señala que es "un número pequeño de hombres el que presenta efectos secundarios sexuales, ya que se producen en menos del 2 por ciento de quienes toman el fármaco".

Además, según añade la compañía, "estos efectos desaparecieron cuando dejaron de tomar 'Propecia', mientras que después de cinco años de tratamiento ya sólo afecta al 0,3 por ciento de estos pacientes".