7 de enero de 2011
El Nuevo Herald
Burger King perdió el primer asalto en su lucha por cerrar la franquicia de Al Cabrera en Miami basándose en que éste no instaló nuevas máquinas contadoras a tiempo para cumplir la fecha límite de la cadena de comida rápida. El juez federal Edwin G. Torres rechazó los empeños de Burger King para obtener una orden judicial temporal contra Cabrera, lo que habría obligado al cierre de cuatro restaurantes en Miami. Torres dijo que no había evidencia suficiente de que BK "hubiera terminado apropiadamente el acuerdo sobre esta franquicia'. "Aparte de la supuesta infracción del Acuerdo de Franquicia sobre el cumplimiento fuera de tiempo de la nueva política de POS, que ya ha sido enmendada, resulta que los restaurantes del acusado siguen operando apropiadamente, sin perjuicio para el crédito de la marca Burger King', escribió Torres la semana pasada. Torres quiere un juicio para decidir si Cabrera violó el acuerdo de franquicia y está usando ilegalmente la marca registrada de Burger King. La clave del resultado del caso posiblemente estribará en si los sistemas registradores de efectivo de los restaurantes de Cabrera eran "obsoletos'. El tribunal está de acuerdo en que BK puede exigirles a sus franquicias que hagan cambios en sus equipos, pero dentro de ciertos parámetros del acuerdo de franquicia. La decisión final podría tener amplias implicaciones para el sistema de franquicias de Burger King y aún más lejos. En el "mundo rápidamente creciente de la tecnología de hoy, casi todos los días se dan a conocer nuevas invenciones creativas', escribió Torres. "Cada nueva versión, aunque pueda ser una mejora evidente de la versión anterior del mismo producto, no vuelve necesariamente ‘obsoleto' el producto anterior'. Pero Torres dejó una puerta abierta para Burger King. "Si el tribunal determina que la política de BKC de actualizar los sistemas de POS de acuerdo a este cronograma hizo que los equipos existentes se volvieran obsoletos, entonces BKC podrá clausurar las operaciones del acusado', escribió Torres. El abogado de Burger King, Michael Joblove, de la firma Genovese Joblove & Battista, dijo que "no le preocupaba' la decisión de Torres, la cual no esperaba que afectase el caso. "Es una cuestión de tiempo, no una cuestión sustantiva', dijo Joblove. "La única victoria que el Sr. Cabrera logró, fue más tiempo. En este momento, no tiene que cerrar sus cuatro restaurantes'. Burger King estaba tratando de cerrar los restaurantes de Cabrera porque éste no instaló las nuevas registradoras tal como lo exigía la fecha límite del 31 de diciembre del 2009, o después de recibir una advertencia que le dio hasta el 12 de febrero del 2010. Cabrera terminó por instalar el nuevo sistema en abril del 2010. Si Burger King no logra demostrar que las registradoras de Cabrera eran obsoletas, esto podría afectar a cientos de otras franquicias que fueron obligadas a instalar el nuevo sistema. "Es algo extremadamente desafortunado que Burger King haya empleado tácticas de puño de hierro, tales como amenazar con la clausura de franquicias, como una manera de exigirles que inviertan prematuramente decenas de miles de dólares en equipos para reemplazar otros perfectamente operativos', dijo el abogado Robert Zarco, de Zarco Einhorn Salkowski & Brito, que representa a Cabrera. La compañía estaba tratando de cerrar originalmente los 10 restaurantes de Cabrera. Pero en el curso del litigio, Burger King reconoció que los otros seis restaurantes de Cabrera pueden tener sistemas fabricados después del 1 de enero del 2000, y, por lo tanto, que no tienen que ser remplazados hasta el 1 de enero del 2012. Burger King, cuya sede general se encuentra en Miami, ha afirmado que necesita el nuevo sistema de registradoras para monitorear de mejor manera la actividiad de ventas y ocuparse de las promociones que le permiten mantenerse al paso de sus competidores. Todas las franquicias de Burger King con registradoras de al menos 10 años tuvieron que cambiarlas para el 1 de enero del 2010, y el proceso continúa hasta el 1 de enero del 2014. "Burger King no ordenó [establecer] un nuevo sistema de POS porque quiera metal nuevo y brillante en sus restaurantes', dijo Joblove. "Hubo razones operacionales para exigirlo'. Zarco argumenta que la decisión del tribunal puede tener implicaciones a largo plazo para los empeños de Burger King y otras compañías matrices, de clausurar franquicias por violaciones contra la marca comercial. "Este caso establece nuevos precedentes legales', dijo Zarco. "Pondrá un freno a las compañías matrices que quieran imponer medidas draconianas a sus franquicias'.