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  Por el libro
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29 de diciembre de 2010

El Nuevo Dia

Llegan como cualquier cliente para observar los autos en un concesionario, no aparentan tener armas, dialogan con los empleados y, en una acción que pareciera salida de una película, se llevan vehículos caros frente a todos.

Según relató Giovanni Negrón, de Global Auto de Caguas, este modo de operar de una aparente pandilla mantiene atemorizados a los "dealers", cuyos empleados ven cómo los ladrones no esconden sus rostros ni amenazan a los encargados para cometer los robos.

"Vienen destapados, hablan como clientes, conocen el mercado, dicen que van a sacar un carro a nombre de la mamá, de la esposa, etcétera, se montan y se llevan el carro", recordó Negrón que todavía no sale de su asombro.

Esta práctica lleva varios meses afectando a concesionarios de varios municipios, como Río Grande, San Juan y Caguas.

"En Río Grande se robaron un (auto Hyundai) Génesis nuevo y lo vendieron con documentos falsos", afirmó.

Explicó que la primera vez que robaron un auto en su compañía, el supuesto cliente salió de las instalaciones con el vendedor para hacer una prueba de manejo y cuando se detuvieron a echar gasolina se llevó el vehículo.

En el establecimiento colocaron cámaras de seguridad para evitar futuros robos, pero volvió a ocurrir como en otros "dealers".

"Llegaron cuatro vehículos en un mismo momento; cuatro clientes diferentes preguntando cosas normales. Pero como ya conocíamos qué podía pasar, le prendí el carro (un Mini Cooper) y me paré frente al vehículo con el gerente para que no pudiera moverlo mientras le enseñaba el motor a otro", comentó.

Sin embargo, el individuo apagó el vehículo y al salir colocó las llaves en su bolsillo. "Se las pedí, me las dio y se fue para buscar el dinero del pronto", rememoró el empleado.

Pero el hombre, en el tiempo en que estuvo dentro del auto, cambió la etiqueta de las llaves del auto nuevo y la colocó en unas llaves similares de otro vehículo.

Momentos más tarde regresó al concesionario y rápidamente se montó en el vehículo y se marchó, como si existiera un plan perfectamente orquestado para el hurto.

"Parece que los que sean vienen en otro momento, miran el ‘dealer’, chequean la operación completa, llegan para tapar todas las bases (porque colocan los vehículos en que viajan dejando sólo el espacio libre del auto que vayan a hurtar) chequean si hay cámaras y se llevan el vehículo", aseguró Negrón.

A pesar de las querellas, la Policía hasta el momento se ha limitado a tomar huellas, pero no han buscado el vídeo de la cámara de seguridad para identificar a los malhechores.

Mientras tanto, no deben ser pocos los ciudadanos que son timados en las calles con esos mismos vehículos, vendidos a menor precio, pero con documentos falsos que luego le acarrearán serios problemas legales.