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  Por el libro
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23 de diciembre de 2010

CNN

SAN FRANCISCO/BRUSELAS (Reuters) — La presión crece sobre Google para que revele parte de su funcionamiento interno a medida que los reguladores europeos investigan si el motor de búsqueda discrimina injustamente a ciertos sitios.

El caso muestra la inspección a la que está sometida la influencia de la empresa californiana en Internet y podría sentar las bases para el tipo de batalla regulatoria a largo plazo que afrontaron en el pasado gigantes tecnológicos como Microsoft.

El mayor motor de búsquedas del mundo intentará mantener apartada a la Comisión Europea (considerada por muchos como uno de los organismos más estrictos del mundo) del algoritmo de clasificación, que es la pieza clave de su negocio.

"Es difícil imaginarse que eso no vaya a llevar a un punto muerto en cuanto a lo lejos que puede llegar Google; en referencia a abrir el acceso a sus ingredientes secretos, que es la base de su existencia", dijo Martin Olausson, de la firma de investigación Strategy Analytics.

Si determina que la firma abusó de su posición en el mercado de búsquedas, el organismo le ordenará que modifique sus prácticas de búsqueda, proporcione más transparencia sobre su algoritmo, o pague a una multa de hasta un 10% de sus ingresos anuales.

La corporación estadounidense se ha enfrentado a críticas referentes a que su tecnología para determinar qué sitios aparecen más arriba en los resultados, es un misterio.

A medida que crece y comienza a proporcionar su propio contenido web, han aumentado también las demandas para una mayor transparencia en su algoritmo.

La Comisión Europea reforzó la influencia sobre la compañía este mes cuando abrió una investigación formal sobre las acusaciones de que había abusado de su posición dominante en el mercado de metabuscadores.

Uno de los demandantes es Foundem, que pertenece a Intel Comparative Microprocessor Performance (ICOMP), un grupo de comercio online que ha recibido financiación de Microsoft. También presentó su queja la página alemana de comparación de precios Ciao, propiedad de Microsoft.

Además de la acusación de que la corporación equipara sus algoritmos con las clasificaciones de rivales menores, los críticos dicen que promocionó injustamente sus servicios, forzó a los anunciantes a aceptar acuerdos de exclusividad e impidió a compañías transferir datos publicitarios a otras plataformas online.

"La queja es a menudo que hay demasiado en juego. El alegato es que Google es hoy demasiado poderoso", dijo Greg Sterling, asesor de Internet y uno de los editores del blog Search Engine Land.

Google Inc. se suma a otros gigantes tecnológicos, como Apple, Intel y Microsoft, cuyas prácticas de negocio se han puesto bajo la lupa en Europa.

Microsoft, que fue multado con 1,680 millones de euros (2,200 millones de dólares) en una larga batalla legal, acordó dar a los consumidores europeos un mejor acceso a los buscadores de Internet en Windows y mejorar la interoperabilidad con sus productos.

La situación es particularmente difícil en la región occidental, donde la marca tecnológica controla el 77% del mercado de búsquedas, según la firma de análisis de la industria comScore.

Este mes, la Unión Europea (UE) confirmó que recibió dos quejas de las autoridades de la competencia alemana, sobre las prácticas de exploración del buscador. Por su parte, la agrupación tecnológica dijo que intenta cooperar con la investigación del organismo, pero la compañía tiene una historia de mantener su algoritmo de búsqueda a buen recaudo.

La corporación proporciona ciertas guías sobre sus algoritmos para ayudar a los editores de las webs, a asegurar que sus sitios aparezcan correctamente clasificados; sin embargo, los cientos de "factores de ranking" específicos que usa para dar prioridad a unas páginas sobre otras, y el peso que le da a esos factores, siguen siendo un misterio que alimenta la especulación.

"Proporcionamos más guías a los sitios que ningún otro motor, y estamos explorando constantemente nuevas formas de ser más transparentes con los webmasters sobre nuestros principios de clasificación", indicó Adam Kovacevich, el portavoz de Google, en un correo electrónico.

"Pero revelar los detalles exactos sólo ayudará a quienes difunden spam, hará el motor de búsqueda menos útil y dañará a los usuarios", agregó.

Foundem, uno de los que se ha quejado ante la UE, ha dicho que no pretende obtener los detalles de algoritmo del gigante de Internet. En su lugar, afirmó en searchneutrality.org, quiere que el buscador sea más transparente respecto a por qué da más prioridad a unas webs que a otras, además, que tenga un método para que las páginas que se sienten penalizadas puedan decirlo.