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  Por el libro
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22 de diciembre de 2010

El Nuevo Herald

El ex propietario de una clínica de Miami-Dade en el centro de un amplio fraude en los servicios médicos a domicilio que le costó a los contribuyentes decenas de millones de dólares pasará cinco años en prisión.

Yudel Cayro, de 39 años, sentenciado el viernes en un tribunal federal, operaba Courtesy Medical Group como una compañía fantasma, afirmaron los fiscales, desviando cientos de pacientes diabéticos a un par de entidades de servicios médicos a domicilio que entonces le facturaban al Medicare costosas visitas de enfermeras especializadas, pero los servicios no eran necesarios y ni siquiera se prestaron en algunos casos.

Cayro y su socio, Arturo Fonseca, de 47 años, quien fue sentenciado en noviembre a cinco años de prisión, fueron sobornados para entregar un flujo constante de pacientes a las entidades en cuestión, que les permitió mantener el fraude entre el 2006 y el 2009. Las entidades, a su vez, le facturaron al Medicare $16.6 millones por tratar a 344 pacientes, muchos de los cuales también recibieron dinero por debajo de la mesa.

Cayro y Fonseca deben devolver $9.8 millones al Medicare, falló el juez federal de distrito Adalberto Jordán.

El elaborado fraude ilustra la evolución de este tipo de operaciones en el sur de la Florida, que comenzó con los equipos médicos y tratamiento contra el VIH y pasó por la terapia física y el tratamiento de diabéticos a domicilio.

El año pasado la Inspectoría General del Departamento de Salud y Servicios Humanos emitió un alarmante reporte que indicó que el Medicare había pagado $520 millones en el 2008 a proveedores de servicio a domicilio a pacientes diabéticos del Medicare, más que el resto del país combinado.

La elaborada estafa de Courtesy Medical Group no habría sido posible sin el papel crítico de un cirujano retirado de Hollywood, el Dr. Fred Dweck, que será sentenciado el próximo mes después de declararse culpable en agosto. Dweck, de 75 años, fue responsable de remitir no sólo pacientes de Courtesy, sino cientos más a través de otras clínicas de Miami-Dade.

En total, Dweck reconoció que remitió 858 pacientes del Medicare a dos entidades de Miami-Dade, ABC Home Health Care y Florida Home Health Care Providers, que generaron $37 millones en reclamaciones falsas. El Medicare les pagó $22 millones por servicios no prestados.

En su declaración de culpabilidad, Dweck admitió haber firmado recetas y otros documentos para que pareciera que los pacientes necesitaban los servicios de enfermeras para que les inyectaran insulina.

En una audiencia este mes, el abogado de Dweck, Jeffrey Weiner, dijo que su cliente era ``un médico retirado avergonzado' con ``problemas médicos serios' que debe ser sentenciado a arresto domiciliario, no a prisión. Los fiscales pidieron seis años de cárcel.

Nathan Dimock, abogado litigante del Departamento de Justicia, dijo que la ``principal motivación de Dweck fue ganar dinero', señalando que el año pasado declaró un ingreso de $200,000 al Servicio de Rentas Internas.

Al otro lado del plan de Courtesy había un equipo de enfermeras que trabajaba para los dos proveedores de servicio, ABC y Florida.

Hasta el momento cinco enfermeras se han declarado culpables y han sido sentenciadas a condenas que van desde dos meses hasta dos años y medio de prisión.