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  Por el libro
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10 de diciembre de 2010

El Nuevo Herald

Además del castigo de las bajas temperaturas ahora los miamenses deben hacerle frente al acelerado incremento de los precios de la gasolina que el jueves alcanzaron el récord de $3.25 por galón regular.

"¡Esto es un abuso!', criticó Carlos Alvarez, de 34 años. "En momentos en que nos esforzamos por salir de esta crisis, hay quienes se aprovechan de los consumidores y especulan con los precios de la gasolina'.

Esta semana el crudo alcanzó los $90 por barril, un precio que no se veía desde octubre del 2008. La gasolina premium está a $3.47 por galón.

Jorge Piñón, investigador de la Universidad Internacional de la Florida y especialista en temas petroleros, dijo que no existe ningún factor de mercado razonable que justifique las alzas de los precios a esos niveles y consideró que se trata de una situación temporal y especulativa.

"Estos precios tan altos deberán caer en las próximas semanas', comentó Piñón.

Piñón indicó que los combustibles en el Condado de Miami-Dade son más caros que en el vecino Condado de Broward debido al costo del transporte desde el Puerto de Everglades, en Fort Lauderdale.

En el caso de Miami Beach, añadió Piñón, el precio tiende a estar por las nubes debido a que los camiones cisterna deben circular con menor carga para cruzar los puentes y, por lo tanto, en esta área hay menos oferta.

Agregó que la ola de frío en el país y en el norte de Europa no provocan una demanda capaz de influir en el aumento exagerado de los precios. Según él, los precios caerán por tres factores: hay suficiente petróleo en los mercados internacionales, no se ha producido ninguna crisis geopolítica en el Medio Oriente, y las economías de Estados Unidos y otras potencias del mundo no experimentan un crecimiento que demande más combustible.

La opción de conductores como María Alvarez, de Miami Beach, es aprovechar sus recorridos por otras partes de la ciudad para ubicar gasolineras con precios más accesibles.

Alvarez, venezolana que trabaja en el Hospital Mercy, de Miami, se desvía un par de millas hasta una gasolinera de la Calle Ocho, en La Pequeña Habana. Allí la gasolina está a $2.97 por galón, lo cual le permite ahorrar alrededor de $10 cada vez que llena el tanque.

"Es impresionante ver que en Miami un conductor promedio gasta semanalmente entre $50 y $60 en combustible', comentó Alvarez, de 35 años. "Hace poco fui a Venezuela y llené el tanque con $2'.

Para José Luis Herrera, un instalador de alfombras de Miami, este aumento de precios le ha significado un gasto adicional de $30 dólares por semana para movilizarse con su camioneta. Herrera recorría la ciudad con unos $120 a la semana; ahora lo debe hacer con $150.

"Yo no puedo decirle a mis clientes: te voy a cobrar $30 más en la instalación de una alfombra porque a alguien se le ocurrió subir el precio de la gasolina', dijo Herrera. "Eso me afecta directamente a mí y debo hacerlo porque hay que seguir trabajando'.

Mario Guillén, administrador de una gasolinera en Flagler y la avenida 87 del suroeste, comentó que los operadores de esos establecimientos también se ven impactados con el alza del combustible.

"Los clientes se descargan con nosotros porque creen que somos los especuladores en toda esta cadena, pero no es así', señaló Guillén. "Cuando aumenta la gasolina a nosotros nos compran menos y eso nos afecta'.