10 de diciembre de 2010
El Nuevo Dia
"Lo que me hicieron fue una encerrona", aseguró José González Torres, ex presidente ejecutivo de la Corporación para la Supervisión y Seguros de Cooperativas de Puerto Rico (Cossec), sobre el pedido de renuncia que le solicitó la junta de directores el pasado lunes. En entrevista exclusiva con El Nuevo Día, el ex funcionario, quien llevaba 24 meses en el cargo, explicó las que cree fueron las razones que motivaron su abrupta salida, entre ellas la polémica transacción de $250 millones para adquirir préstamos tóxicos de las cooperativas. Según González Torres, una vez se constituyó el quórum de 5 miembros, se le informó que se cambiaría el orden de la agenda y que el primer tema a discutir sería el bono de productividad del presidente ejecutivo. En ese instante, se le pidió que abandonara la reunión, lo que hizo. Tiempo después, recibió la noticia de que la junta lo había destituido porque, supuestamente, le perdió la confianza. "La junta nunca me dejó saber que estuviera descontenta, ni que tuviera que mejorar. Por el contrario, hubo varias veces en que me felicitó", dijo sorprendido aún por los acontecimientos. Al analizar fríamente lo ocurrido, cree que su salida pudo estar relacionada con dos decisiones que tomó como presidente ejecutivo de Cossec, las que no favorecieron a una cooperativa de reciente creación. Se refería a IntegraCoop, que ofrece servicios financieros a sus socios y que está formada por otras cooperativas. Según fuentes de este diario, Alejandro Asmar, ex presidente de Olympic Group, asesora a IntegraCoop y es el artífice de las dos transacciones que rechazó González Torres. Una de ellas proponía que IntegraCoop adquiriera unos $100 millones en préstamos hipotecarios de la Administración del Sistema de Retiro (ASR). Tal transacción aliviaría la crisis de ese plan de pensiones, mientras las cooperativas se allegarían algunos ingresos. La venta de esas hipotecas supone el pago de comisiones que ganarían banqueros de inversión y el administrador de la cartera de préstamos. Sin embargo, González Torres, quien es contador público autorizado (CPA), no aprobó la transacción porque Retiro no hace un análisis crediticio al otorgar los préstamos. Eso significa que el riesgo de esos préstamos pasaría de la ASR a las cooperativas, en caso de que no se paguen. La otra propuesta de IntegraCoop rechazada por el entrevistado está relacionada con la compra de préstamos morosos. El eje de la controversia El ex titular de Cossec aclaró que nunca se opuso a evaluar la transacción. Incluso, en el 2009, viajó a la capital federal y se reunió con representantes del Departamento del Tesoro para buscar alternativas para sanear la cartera de préstamos de las cooperativas. Señaló que en la mayoría de los estados, las propias cooperativas son las que solicitan directamente el préstamo, de manera similar a como los bancos con problemas lo hacían. En el caso de las cooperativas, éstas lo solicitaban bajo el programa federal Community Development Financial Institution (CDFI). A junio de este año, las cooperativas tenían $4,365 millones en préstamos, de los cuales el 6.98% estaba en mora. Un préstamo moroso es aquel que tiene 60 días o más de atraso. De ese porcentaje, actualmente más de la mitad tiene atrasos que sobrepasan los 120 días, dijo González Torres. En los meses de mayo y junio, IntegraCoop preparó un plan para solicitar los $250 millones al CDFI, que gestiona el Tesoro Federal. Un equipo de actuarios, abogados, economistas y contadores públicos autorizados de Cossec evaluó la propuesta, y determinó que el mismo sería perjudicial para el sector cooperativo. el plan es funesto "Concluimos que la transacción es nefasta para las cooperativas de Puerto Rico. De aquí a nueve años, se crearía un caos porque (IntegraCoop) no generará los ingresos proyectados", dijo el ex titular de Cossec. En su plan, IntegraCoop iba a gestionar el cobro de esos préstamos y proyectaba recobrar un porcentaje "mucho más alto" que el promedio de la industria, que oscila entre 10% y 15%, dijo el entrevistado. El préstamo se repagaría al final de su término, que podría ser entre siete y nueve años. El temor de Cossec, que además de ser regulador es asegurador de las cooperativas, es que llegado ese momento, IntegraCoop no pudiera repagar el préstamo. Cossec podría ser responsable como regulador, por haber aprobado la transacción, y además tendría que pagar el préstamo porque es el asegurador de las cooperativas. "Esto es perder, perder por dondequiera que lo miras", dijo sobre la transacción, al tiempo que reafirmó que, en ambas instancias, actuó velando por los mejores intereses de las cooperativas. Presiones indebidas González Torres confesó que desde mayo comenzó a recibir presiones de que debía aprobar la transacción de los $250 millones de IntegraCoop. Entre los que lo presionaron identificó al cabildero ángel Cintrón, quien es también asesor legal de Cossec, y a Melvin Carrión Rivera, presidente de la junta de directores de Cossec y Comisionado de Desarrollo Cooperativo. Cintrón le dijo a este diario esta semana que desconocía las presiones a las que se refería el ex titular de Cossec. No obstante, González Torres asegura que sí las conoce. "ángel Cintrón conocía de las presiones que yo recibía. él mismo me indicó que era un proyecto de política pública y me lo dijo frente a varios empleados", aseveró el entrevistado. Agregó que Carrión Rivera le decía que él estaba obstaculizando esa transacción, y también aseguraba que era un asunto de política pública. Sin embargo, él corroboró con Fortaleza que eso no era cierto, y que el proyecto tampoco estaba en la plataforma del Partido Nuevo Progresista. Aseguró que nunca recibió presiones de La Fortaleza. "Nunca de Fortaleza nadie me llamó para presionarme. Ni el gobernador (Luis) Fortuño ni (Marcos) Rodríguez Ema me presionaron jamás", indicó.