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  Por el libro
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3 de diciembre de 2010

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WASHINGTON (AP) - Más niños comerían almuerzos y cenas en su escuela bajo la legislación aprobada el jueves por la Cámara de Representantes y enviada al presidente, parte de la campaña de la primera dama Michelle Obama para acabar con el hambre infantil y combatir la obesidad en la niñez.

La ley de 4.500 millones de dólares aprobada por la cámara baja por 264 votos a favor y 157 en contra ampliaría el programa que proporciona comida completa después de clases en los 50 estados del país. También trataría de disminuir las comidas grasosas y el exceso de calorías al otorgar al gobierno el poder de decidir qué tipo de alimento puede ser vendido en máquinas expendedoras y en los comedores.

La primera dama dijo en un comunicado después de la votación que estaba "encantada" por el hecho de que la cámara hubiera aprobado el proyecto. Calificó la ley como "una pieza innovadora de legislación bipartidista que mejorará significativamente la calidad de los alimentos que reciben los niños en la escuela, y desempeñará un papel integral en nuestros esfuerzos por combatir la obesidad infantil".

Los republicanos señalaron que la ley es demasiado cara y es un ejemplo de que el gobierno se extralimita en sus funciones. Incluso Sarah Palin, ex gobernadora de Alaska, opinó al respecto, llevando galletas el mes pasado a un discurso en una escuela de Pensilvania y calificando los esfuerzos para limitar la comida chatarra en las escuelas como los de un "Estado paternalista que se ha vuelto loco".

Los demócratas dijeron que la legislación es necesaria para detener el incremento en gastos médicos debido a la creciente obesidad de los estadounidenses y para alimentar a niños con hambre en momentos económicos difíciles.

La ley reduciría los requisitos necesarios para recibir almuerzos escolares, ampliaría los programas alimenticios de verano y proporcionaría dinero para servir más de 20 millones de comidas adicionales después de la escuela por año. La mayoría de los estados sólo sirven actualmente bocadillos después de clases.

La legislación incrementaría en seis centavos por comida la cantidad de dinero que se reembolsa a las escuelas por almuerzos gratuitos, una prioridad en instituciones educativas que dicen carecer del dinero suficiente para servir las comidas.

El Departamento de Agricultura determinaría los nuevos estándares nutricionales, y decidiría qué tipos de alimentos podrían ser vendidos y qué ingredientes pueden utilizarse en los expendios de comida de las escuelas y en las máquinas expendedoras.