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  Por el libro
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3 de diciembre de 2010

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WASHINGTON (AP) - Aquí hay un mensaje que los televidentes quizás no quieran silenciar: los días en que eran bombardeados con estruendosos comerciales de televisión podrían acabar pronto.

La Cámara de Representantes aprobó el jueves una propuesta de ley que impediría que los anunciantes incrementen abruptamente el volumen para pescar la atención de la audiencia que deambula cuando la programación regular es interrumpida.

La impulsora de la propuesta, la representante demócrata Anna Eshoo, dijo que fueron sus propias "experiencias ensordecedoras" las que la llevaron a involucrarse, recordando cómo los anuncios "nos dejaban atónitos en la casa" mientras veía televisión, que ya estaba con un alto volumen, con sus padres ya fallecidos.

Pero dijo que su oficina también había recibido muchos mensajes de apoyo y que hay gente que se le acerca en los restaurantes o supermercados para preguntarle cómo va la propuesta.

"Podemos proteger a la gente de incrementos innecesarios en el ruido que pueden hasta afectarles la audición", dijo.

Bajo la normativa, que ahora pasará al presidente Barack Obama para su promulgación, la Comisión Federal de Comunicaciones debería en un periodo de un año adoptar estándares para el sector que coordinen el nivel de decibeles de los anuncios con los de la programación regular. La nueva regulación, aplicable a todas las emisoras, incluyendo de cable y satélite, tendrá efecto un año después de eso.

"Cada estadounidense seguramente ha experimentado la frustración del brusco y desagradable volumen de los comerciales de televisión"; dijo el promotor de la iniciativa en el Senado, el demócrata Sheldon Whitehouse, cuando la cámara alta la aprobó en septiembre. "Aunque puede ser una forma efectiva de los anunciantes de obtener la atención, también agrega un estrés innecesario a la vida diaria de muchos estadounidenses".

"No es que los consumidores tengan alternativas", dijo Mark Cooper, director de investigaciones de la Federación Estadounidense de Consumidores. "Es un caso en donde es muy difícil que los consumidores puedan manifestar su soberanía".

La FCC ha recibido quejas de consumidores desde la década de 1960 sobre el discordante aumento de sonido cuando los comerciales aparecen, pero la comisión no tenía cómo regular el volumen de los programas o anuncios. En cambio, le recordaban a los televidentes que los nuevos equipos de televisión están equipados con circuitos que estabilizan las diferencias de sonido o aconsejan el uso indiscriminado del botón para silenciar el televisor.