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  Por el libro
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30 de noviembre de 2010

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WASHINGTON (AP) - El Congreso acordó el lunes demorar un mes los recortes a los pagos a médicos del Medicare, lo que posterga a corto plazo una crisis sobre el cuidado de la salud de los ancianos, los beneficiarios de ese programa estatal.

La Cámara de Representantes aprobó una iniciativa que el Senado había sancionado este mes, que posterga el recorte del 23% en la paga a los doctores y que tendría que haber entrado en vigencia el 1 de diciembre.

Esto les da tiempo a los legisladores para idear una solución a largo plazo de reforma a un sistema que en los últimos años les ha resultado difícil de modificar. El programa actual no satisface a los doctores y ha puesto en riesgo los tratamientos médicos de 46 millones de ancianos y discapacitados.

"Esta iniciativa es una medida temporal para asegurarnos que los jubilados y las familias de militares puedan seguir viendo a sus médicos durante diciembre mientras trabajamos en una solución para el año próximo", dijo el representante republicano Frank Pallone, que preside la subcomisión de salud en la comisión de Energía y Comercio.

Las fórmulas de pago para los militares y veteranos se manejan de acuerdo a las fijadas para Medicare.

Los recortes son un resultado de una ley de la década de 1990 que intentó controlar los gastos del programa, con poco éxito. Cada tanto, el Congreso debe intervenir para evitar que los recortes se hagan en forma automática, ya que las organizaciones de médicos estiman que hasta dos terceras partes de los profesionales dejarían de aceptar nuevos pacientes que tengan derecho al Medicare si los recortes entran en vigencia.

Hace unos meses, el Congreso no llegó a tomar una medida antes del plazo y los funcionarios de Medicare tuvieron que suspender los trámites de pagos para no abonar cantidades menores.

Senadores de ambos partidos dicen que están trabajando en una postergación de 12 meses que les daría tiempo para diseñar un nuevo sistema de pagos. Se estima que anular las reglas actuales costaría 300.000 millones de dólares en una década, fondos que habría que gestionar a través de recortes a otros gastos o agregar al déficit nacional.