29 de noviembre de 2010
El Nuevo Dia
Meses después de que McNeil Consumer Healthcare, una unidad de Johnson & Johnson, retiró millones de frascos de Tylenol y otros medicamentos sin receta, la división sigue plagada de defectos de fabricación, de acuerdo con la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés). En un informe de inspección sobre una planta de McNeil en Las Piedras, Puerto Rico, la agencia citó una serie de problemas: la distribución de medicamentos que no cumplían con los requisitos de calidad, fallas al identificar defectos en los productos durante las pruebas de rutina, detección deficiente de fechas de vencimiento incorrectas en las etiquetas de los fármacos, falta de investigación adecuada de los problemas del producto, fallas en el seguimiento de los controles de laboratorio y capacitación inadecuada del personal de laboratorio. En enero, la agencia le envió una carta a Peter Luther, presidente de McNeil, advirtiéndole de irregularidades en esa misma planta. El informe de inspección reciente señala que algunos problemas no se han corregido, dijo Karen Riley, portavoz de la FDA. "Está claro que esta inspección pone de manifiesto que la empresa sigue teniendo graves problemas de control de calidad en su planta y que no está en conformidad con las buenas prácticas de manufactura que requiere la ley federal", manifestó Riley el pasado viernes. La agencia, añadió, no estaba al tanto de posibles daños a los consumidores que pudieran estar vinculados a los problemas más recientes en esa planta. Por su parte, Bonnie Jacobs, portavoz de McNeil, indicó que la compañía había respondido en detalle a las preocupaciones de la FDA. El informe de inspección representa un revés para Johnson & Johnson, que trata de reconstruir la confianza pública en sus marcas después de una serie de retiros de millones de productos por más de un año. Estos incluyen la retirada en abril de unos 136 millones de frascos de Tylenol líquido para niños y otros productos pediátricos fabricados en una planta en Fort Washington, Pensilvania, y otra retirada en enero de millones de frascos de Tylenol, Motrin y otros productos fabricados en la planta de Puerto Rico. Un comité del Congreso y la oficina de investigaciones criminales de la FDA están realizando pesquisas por separado sobre los hechos en torno a las retiradas voluntarias de McNeil. El último informe de la FDA, un documento de 10 páginas sobre las inspecciones hechas desde finales de septiembre hasta principios de noviembre, llegó a la conclusión de que en la planta de Puerto Rico no había seguridad "de que los controles de laboratorio actuales son adecuados para asegurar que los medicamentos se ajustan a las normas apropiadas de identidad, potencia, calidad y pureza".