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  Por el libro
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24 de noviembre de 2010

El Nuevo Herald

Ella quería $50,000 para pagar cuentas mientras estudiaba para enfermera. Imogene Hall, de Miami Gardens, consiguió eso y mucho más. Después que numerosos personajes de baja calaña en el negocio de hipotecas se embolsillaron $180,000 aprovechándose de ella, Hall y su familia deben ser desahuciados el lunes después del Día de Acción de Gracias, el destino de muchos que no veían fin al auge de los bienes raíces en el sur de la Florida de mediados de la década.

``Cada vez que pido ayuda alguien me trata de estafar', dijo Hall, una inmigrante jamaiquina de 49 años con un fuerte acento y poco entendimiento de las leyes inmobiliarias. ``Todo lo que hago es trabajar duro, pero estoy rodeada de ladrones.

Una revisión de los documentos judiciales encontró pruebas de mala conducta en casi todas las etapas del dilema de Hall, desde el plan de refinanciación hasta los abogados que contrataron para defenderla. Por ejemplo:

• Johnson Cuffy, ex corredor hipotecario que cumple 11 años de prisión por robo a gran escala, manejó el refinanciamiento de Hall a principios del 2006, usando una estrategia que según un investigador estatal fue ``un fraude hipotecario abierto'. Cuffy enfrenta un máximo de 30 años de prisión más si lo declaran culpable de otros 16 cargos de fraude hipotecario que enfrenta.

• El agente de título que firmó las transferencias de propiedad clave que según la demanda de Hall son de una empresa de título hipotecarios sin licencia que robó más de $1.5 millones a compradores durante las operaciones de cierre entre el 2005 y el 2006, según documentos de la Corte Suprema de la Florida.

• A un comprador falso que informó que su empleador era una tienda Blockbuster Video de Nueva York que en realidad no existía y recibió $230,000 de la firma de hipotecas de alto riesgo Argent Mortgage para la casa de Hall.

• La ejecución hipotecaria de la vivienda de Hall fue procesada por el Florida Default Law Group, uno de cuatro bufetes de la Florida que son objeto de investigación por la fiscalía estatal por usar documentos con errores para tomar el control de las viviendas de miles de personas.

Después de más de tres años en el sistema judicial, el caso de Hall fue transferido a la nueva división de ejecuciones hipotecarias de los Tribunales del Condado Miami-Dade. Allí, el juez Jeffrey Rosinek, que no conocía bien el caso, desechó rápidamente la defensa de fraude de Hall y otorgó al banco la propiedad de la casa en un proceso que ha sido criticado.

• Los abogados de Hall, en lo que se ha convertido en un negocio en auge y a veces depredador, le cobraron más $20,000 pero no asistían a las audiencias. Un abogado le cobró a Hall $2,800 por trabajo que realizó mientras trataba de separarse del caso.

La policía tiene programado presentarse en la casa de Hall para desahuciarla con su familia el 29 de noviembre, casi cinco años después que un corredor hipotecario tocó a su puerta sin anunciarse y la convenció de que refinanciara la casa, agregando que no pasaría trabajo alguno.

Hall, que vive en una casa modesta con cuatro hijos y tres nietos, dice que sus problemas comenzaron a finales del 2005, cuando batallaba para encontrar trabajo como asistente de enfermera domiciliaria. Mientras las cuentas se amontonaban, estudió la posibilidad de usar la plusvalía acumulada en la vivienda de tres habitaciones.

El mercado inmobiliario estaba en auge y propietarios en todas partes estaban echando mano a la plusvalía para tomar vacaciones, remodelar cocinas y pagar deudas.

Hall dice que recibió una visita de Cuffy, gerente de BlueKap Financial Group, quien le prometió manejar el refinanciamiento y ayudarla a conseguir $50,000 de la plusvalía.

Según los investigadores estatales, la estrategia de Cuffy fue fraudulenta. En un plan que se alega usó numerosas veces en el sur de la Florida, reclutó a un testaferro --alguien sin intención alguna de ocupar la propiedad-- para hacerse cargo del título de la vivienda de Hall. Entonces usó una evaluación inflada y la información de crédito del testaferro para tomar una hipoteca de $230,000 antes de transferir la propiedad a Hall.

El evaluador de propiedades de Miami-Dade había valorado la casa en unos $132,000 el año anterior antes del préstamo.

Los documentos de cierre muestran que Cuffy y sus afiliados cobraron más de $25,000 en cargos de transacción y se embolsillaron más de $180,000 del prestamista Argent Mortgage Company, todo sin conocimiento de Hall, alega ella. Hall recibió el saldo del préstamo de $230,000 --unos $50,000-- lo que quedó de lo que pensaba era una simple refinanciación.

R. Scott Palmer, ex jefe del Equipo Especial contra Fraude Hipotecario de la procuraduría, dijo que ese tipo de engaño era común durante los años de auge inmobiliario.

``Abusaron de gente que tenía plusvalía en su vivienda; lo que usted describe le sucedió a muchas personas', dijo.

John Swope, agente del Departamento de Servicios Financieros que ha investigado a Cuffy y a sus asociados durante los últimos tres años, dijo que el grupo ganó millones de dólares en transacciones inmobiliarias en la Florida muy parecidas a la de Hall.

``Nunca pensaron que el préstamo se iba a pagar', dijo. ``Desafortunadamente, tengo personas que se han quedado sin techo debido a este individuo'.

Otros que participaron en la venta --el agente de cierre O.J. Odunna, la firma emisora del títulos Organized Title y Cliff Johnson, afiliado de BlueKap-- han sido acusados o declarados culpables de fraude hipotecario en otros casos del sur de la Florida.

Como la mayoría de los propietarios que luchan contra la ejecución hipotecaria, Hall alega que seguía pagando su hipoteca cuando recibió la notificación de mora del banco. Por consejo de Cuffy, estaba haciendo pagos mensuales de $1,500 a BlueKap Financial, con sede en Tamarac, pero el dinero nunca llegó a manos del banco.

Los documentos del tribunal indican que BlueKap enviaba los recibos falsos todos los meses indicando que se había pagado la hipoteca, pero varios días después de recibir el octavo recibo, le llegó una carta Argent Mortgage informándole que planeaba ejecutar la hipoteca.

``El dinero que le di [a Cuffy] no lo usó para pagar la hipoteca', dijo Hall, cuyo pago hipotecario aumentó a más del doble tras la refinanciación. ``Es una rata. Lo único que hizo fue engañarme'.

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