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  Por el libro
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19 de noviembre de 2010

El Nuevo Herald

Elevar la edad de jubilación para Bienestar Social en Estados Unidos perjudicaría desproporcionadamente a los trabajadores de bajos ingresos y a las minorías, además de aumentar los reclamos por invalidez presentados por adultos mayores imposibilitados de trabajar, dijeron el jueves al Congreso auditores del gobierno.

El proyectado incremento en las solicitudes de pagos por invalidez pudiera dañar las finanzas de Seguridad Social porque esos beneficios usualmente son más altos que los pagos por jubilación temprana, concluyó la Oficina de Investigación de Contabilidad del Congreso.

El informe, obtenido por The Associated Press, provee argumentos para quienes se oponen a aumentar la edad de jubilación, como lo proponen los líderes de la comisión de déficit del presidente Barack Obama.

"Hay más consideraciones que hacer que simplemente cuánto dinero se va a ahorrar elevando la edad de retiro', dijo el senador demócrata Herb Kohl, quien preside el panel especial del Senado para la vejez. El reporte muestra un efecto desigual para ciertos grupos de personas, dijo Kohl, y muchas de ellas "no tendrían otra opción que acudir al programa de invalidez'.

Bajo la ley actual, la gente puede comenzar a cobrar beneficios tempranos, reducidos, de Seguridad Social, a los 62 años. Los beneficios plenos están disponibles a partir de los 65, un límite que aumenta gradualmente hasta 67 para personas nacidas en 1960 o después.

Los líderes de la comisión del déficit, el demócrata Erskine Bowles y el republicano Alan Simpson, propusieron la semana pasada un incremento gradual de la edad de jubilación plena a 69 años para 2075. La edad de jubilación temprana sería 64 años.

Bajo su plan, los nuevos límites no estarían completamente en vigencia hasta que quienes tienen actualmente cuatro años de edad estuviesen listos para jubilarse.

La asociación de jubilados criticó las recomendaciones y la líder demócrata de la Cámara Baja las calificó de inaceptables.

Los expertos, sin embargo, advierten que la Seguridad Social está en un camino insostenible financieramente, que empeorará a medida que las personas vivan más tiempo y se les paguen más beneficios.

Para muchos trabajadores, reducir los pagos de la jubilación temprana o demorar su elegibilidad sería un incentivo para posponer el retiro, lo cual traería como resultado más ganancias y potencialmente más ahorros para una etapa posterior, según el informe de la agencia de control.

Pero eso "podría crear dificultades financieras para los que no puedan seguir trabajando a causa de mala salud o condiciones difíciles en sus centros de trabajo', dijo el informe.

El informe, solicitado por la comisión de Kohl, se basa en investigaciones de grupos inde- pendientes así como en entrevistas con funcionarios de Seguridad Social y datos de la Administración de la Seguridad Social.

Los investigadores analizaron además información del Estudio de Salud y Retiro, un estudio en curso de los estadounidenses de edad avanzada que lleva a cabo el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Michigan.

"Algunas personas no pueden continuar trabajando después de los 62 años, ya sea por razones de salud o porque simplemente no consiguen encontrar trabajo'. dijo David Certner, director de política legislativa de AARP. ‘‘Sólo porque le decimos a la gente que deben trabajar más tiempo no quiere decir que haya patronos dispuestos a contratarlos'.