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  Por el libro
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18 de noviembre de 2010

La Republica

Bogotá. Alrededor de 20 mil incautos y en su mayoría modestos inversionistas de unos 10 países, 16 mil de ellos colombianos, perdieron en dos años y medio cerca de US$ 1.600 millones que le entregaron a Germán Cardona Soler, un español de 49 años de edad.

Cardona Soler, sin educación universitaria ni más experiencia empresarial que la de haber vendido cepillos, jabones y abarrotes por las calles de Valencia, su ciudad natal, engañó en Colombia a militares y funcionarios públicos. Muchos de ellos le transfirieron dineros que obtuvieron con créditos bancarios respaldados con hipotecas sobre bienes que en algunos casos ya perdieron.

Cardona Soler ofrecía y durante algún tiempo pagó rendimientos mensuales hasta de 20%.

Después de Colombia, los países con mayor número de víctimas son Eslovenia, Ecuador, Argentina, España, Perú, Brasil, Panamá, Portugal, Puerto Rico y Venezuela.

Cardona Soler enfrenta procesos civiles y penales en tribunales de Estados Unidos, España y Colombia, instaurados por ahorristas y agencias de gobiernos. Unas querellas están dirigidas directamente contra él y otras contra sus dos principales empresas, ambas de papel: Evolution Market Group Inc. (EMG) y Finanzas Forex (FFX), su marca comercial.

El español solamente contestó una llamada telefónica a este periodista hace seis meses y se limitó a alegar que no tiene responsabilidad en el fraude porque su papel fue el de "jefe de mercadeo". Empero, ante sus ahorradores y en la página web de sus compañías siempre se presentó como presidente de EMG y FFX.

El gobierno federal estadounidense le tiene congeladas cuentas bancarias y otros bienes, incluidos 300 lingotes de oro, todo por valor de 117 millones de dólares. El Servicio Secreto de Estados Unidos investiga a Cardona Soler y sus empresas por sospechas de tráfico de dólares falsificados. También es investigado en Estados Unidos y Colombia por posible lavado de dinero.

El expediente por posible tráfico de dólares falsificados está a cargo del agente del FBI Noel F. Martínez, junior.

Cardona Soler permanece libre y continúa viviendo en Valencia.
Se queja de estar amenazado de muerte y no ha puesto abogados que lo representen en las causas que se llevan en su contra en Estados Unidos y Colombia.

Personas que recientemente se han reunido con él en Valencia y Barcelona contaron que viste pantalones remendados, camisas arrugadas y alega estar en la indigencia.

El grupo de aproximadamente 16 mil colombianos que le entregó dinero se estima que alcanzó a girarle por lo menos US$330 millones, de acuerdo con investigaciones privadas a las que tuvo acceso este periodista.

Entre los colombianos defraudados también figuran funcionarios de la Presidencia de la República, de la Fiscalía General, del DAS y empresarios.

En agosto de 2008, FFX suscribió un acuerdo con la cadena de Radio Caracol para "apadrinar" a personas secuestradas a las que todos los sábados en la noche les dedica el popular programa "Las voces del secuestro", dirigido por el periodista Herbyn Hoyos Medina.

El convenio fue anunciado en las páginas de internet de FFX y Radio Caracol.

Cardona Soler registró en sus páginas que había depositado cerca de US$100 mil en favor de los secuestrados de Colombia y usó ese "gesto humanitario" para encontrar confianza en el público y aumentar las captaciones de dinero.

Los fondos nunca llegaron a manos de ningún secuestrado y, por el contrario, en la página de Caracol aparecen mensajes como el de Cristian Hernández, quien, en septiembre de 2009, expuso: " [?] ya vamos a cumplir un año y no hemos visto ni un solo peso".

César Rodríguez, por su parte, el 31 de julio de 2009, se quejó: "Ya nos robaron?".

Un vocero de la Superintendencia Financiera de Colombia aseguró que esa entidad emitió varias comunicaciones públicas advirtiendo que FFX y sus promotores no tenían registros en este país ni eran vigilados por ninguna entidad, "por lo cual sus actividades financieras eran ilegales y de altísimo riesgo".

Un comunicado de la Superintendencia, de abril de 2008, en efecto, avisó que "La empresa Evolution Market Group, cuyo nombre comercial es Finanzas Forex, constituida en la República de Panamá, no está sometida a la vigilancia de la Superintendencia Financiera de Colombia, ni se encuentra autorizada para promover servicios del sector financiero o del mercado de valores en Colombia o a sus residentes, ni para captar, administrar o recaudar recursos del público con el objeto de invertirlos en el mercado Forex o en productos del mercado de valores".

En realidad, FFX solamente tuvo un registro mercantil simple en Panamá, número 558703, pero no estuvo sujeta al escrutinio de autoridades financieras en ninguna parte del mundo.

En España, variadas propiedades adquiridas con el dinero de los ahorradores están registradas a nombre de una hija menor de edad de Cardona Soler y de su novia, Liliana María Mantilla, ciudadana colombiana nacida en la ciudad de Bucaramanga.

Fabián Vengoechea, empresario estadounidense de origen colombiano, radicado en Houston, Texas, representa a un grupo de mil personas defraudadas y estima que el total de las víctimas del español en el mundo "son unas 20 mil".

Vengoechea es presidente de ABS Accuven Business & Financial Services Inc.

Por su parte, el abogado español Jorge Jesús Fernández- Pedrera, radicado en Barcelona, representa a otro conglomerado de 700 personas de Europa, principalmente eslovacas, y cree que los perjudicados alrededor del mundo pueden sumar 100 mil.

Fernández-Pedrera impulsa en España una querella criminal contra Cardona Soler y lleva meses incorporando a la demanda a víctimas de Europa.

"Sólo Cardona sabe cuántos son los ahorradores en todo el mundo", sostiene Vengoechea, quien en nombre del millar de víctimas que representa concedió poder, en Houston, Texas, a los abogados David Van Susteren y Santiago Forero (de origen colombiano), para que litiguen en Estados Unidos en busca del pago de unos US$40 millones.

Vengoechea se interesó recientemente en liderar el grupo de víctimas debido a que perdió US$ 150 mil que le entregó a FFX a comienzos de 2009.

Cardona Soler inició captaciones de dinero del público en forma masiva en enero de 2007, basado en ideas que concibió cuando trabajaba como empleado menor en una firma de Buenos Aires, Argentina, dedicada a comerciar de manera lícita en el Mercado Internacional de Divisas, conocido con el nombre de Forex. Este término corresponde al acrónimo de Foreign Exchange, también conocido como Mercado Internacional de Divisas. Es considerado el mercado más grande del mundo de acuerdo con los volúmenes diarios de dinero efectivo que negocia entre bancos privados, bancos centrales, especuladores de moneda, multinacionales y gobiernos. Se estima que Forex mueve cada día 3 trillones de dólares.

Forex carece de ubicación centralizada, pues es una red electrónica global de bancos, instituciones financieras y operadores individuales que compran y venden divisas de acuerdo con las ventajas de lucro que ofrece, segundo a segundo, la volatilidad del precio de cada una de ellas.

FFX solamente negoció en el Mercado de Divisas 5% de los US$ 1,600 millones que se cree captó del público y perdió 29 por ciento del capital invertido, según investigaciones privadas a las que este periodista tuvo acceso.
Tras concebir la idea en Argentina, el primer paso de Cardona Soler consistió en crear EMG y FFX en Ciudad de Panamá. La segunda de estas comenzó a funcionar por medio de una página de internet en la que los interesados se inscribían y recibían instrucciones para suscribir un contrato y enviar giros bancarios a EMG.

La minuta contemplaba que la totalidad del dinero sería negociado en el mercado Forex.

La pesca de inversionistas creció con el apoyo de una red de líderes construida con rapidez mediante ofertas de ganancias por cada nuevo ahorrista que incorporaban al sistema. El depósito mínimo que recibía era de US$100 y de ahí hacia arriba no existía límite.

El primer día de cada mes los inversionistas encontraban registradas en sus cuentas virtuales de FFX las utilidades que les hubieran correspondido como resultado de las negociaciones que la compañía aseguraba haber hecho en el mercado Forex.

"En mayo de 2008 vendí mi carro, conseguí un préstamo bancario y puse US$20.000. Todos los meses ganaba US$4.000′, contó un inversionista que ahora pertenece al grupo de demandantes liderado por Vengoechea.

"Las ganancias", agregó, "se las vendía a alguna persona que quería entrar a FFX o que quería aumentar sus depósitos. Cuando una de esas personas me entregaba la plata en pesos colombianos para comprarme mis ganancias del mes yo se las transfería ahí mismo por internet.".

En 2008, cuando su credibilidad estaba en la cumbre, Cardona Soler invitó a Brasil a 200 líderes de su organización en 10 países.
La champaña rodaba por su cuenta y a todos les obsequió relojes con la insignia de FFX; sostenía que cada uno costaba US$1.000.

Al examinar uno de ellos en agosto pasado un relojero de Bogotá estimó que no valía más de $US20.

La gran reunión tuvo lugar en junio de 2008 "en el centro de convenciones más grande de la ciudad turística de Costa Do Sauipe", contó un asistente.

Esa vez Cardona Soler ofició de maestro de ceremonia y rifó tres carros Mercedes Benz último modelo de los que proyectó grandes fotografías sobre una pared. En todos los casos la suerte le correspondió a colombianos que, a la postre, nunca recibieron nada.

También rifó 10 casas de recreo en Panamá que los ganadores continúan esperando recibir.

Un comensal recuerda que Cardona Soler estuvo dedicado a repartir informalmente, como si fueran caramelos, decenas de corbatas con la insignia de FFX . Aseguraba que eran de seda y que cada una costaba US$200.

Durante el encuentro de Brasil aleccionó a su gran red de líderes para continuar reclutando inversionistas de todos los niveles. Además, les mejoró las utilidades y las comisiones que iban a recibir a cambio de hacer crecer "la gran familia Finanzas Forex".

Pronto, en Colombia los bancos comenzaron a negar el envío de giros para las empresas de Cardona Soler por considerar que se trataba de operaciones fraudulentas.

No obstante, el antiguo vendedor español de jabones y sus líderes sostenían que se trataba de arbitrariedades de banqueros envidiosos del éxito alcanzado por FFX.

Para que todos pudieran acceder a sus beneficios, abrió cientos de cuentas bancarias en paraísos fiscales y en decenas de bancos de Estados Unidos. Les daba a sus líderes los detalles de cada una de ellas y así lograban girar dineros antes de que los bancos colombianos usados como intermediarios detectaran que el destinatario seguía siendo FFX.

Investigadores federales en Estados Unidos le han detectado y congelado 59 cuentas en pequeños bancos de Florida, California, Colorado y Oregon. En ninguna de estas cuentas consignó más de US$10 millones ni menos de US$100.

Investigadores privados también le han detectado depósitos en bancos y otras entidades de paraísos fiscales del Caribe a nombre de sus empresas de papel o de parientes, testaferros y amigos.
Una vez el cerco de la banca colombiana fue casi hermético, FFX encontró la manera de que los entusiastas interesados en ser ahorristas suyos pudieran enviar dineros a países como Ecuador, Perú o Argentina y de allí fluían hacia las cuentas de Cardona Soler.

A la persecución de las autoridades de Estados Unidos y al bloqueo bancario en Colombia se unió en 2009 el banco Hsbc de Panamá: lo amonestó por haber estado depositando en sus cuentas mucho más dinero en efectivo del autorizado por la ley y le cortó la recepción de giros y depósitos.

Prácticamente excluido de la banca en los países que más le interesaban, comenzó a recibir giros de sus incautos ahorradores a través de casas de cambio, principalmente de Panamá y una de ellas se apropió de los depósitos alegando que le había incumplido los términos de un acuerdo que no se ha hecho público.

Ahora más cercado, siguió operando a través de los circuitos que utilizan los narcotraficantes en Estados Unidos y Centroamérica para lavar y mover su dinero. Al mismo tiempo, escondió decenas de millones de euros en cuentas europeas que son rastreadas por autoridades e investigadores privados en España, Francia y Portugal.

Frente a la asfixia financiera a la que fue reducido, comenzó a incumplirle a sus clientes en el pago de intereses y trató de calmarlos por medio de cartas informativas en las que culpaba a autoridades de Estados Unidos por haber congelado algunas cuentas sin argumentos.

Para ganar tiempo, ofreció a la masa de ahorradores que los dividendos y el retorno de capitales iban a ser pagados en adelante por medio de tarjetas electrónicas que cada uno iba a recibir y podría usar en la red global de cajeros automáticos.

Algunos ahorristas, en efecto, recibieron las tarjetas pero cuando quisieron usarlas los cajeros las desconocieron sin excepción.

Cardona Soler dijo entonces que estaba superando algunos inconvenientes con la empresa británica que había suministrado las tarjetas y anunció que acababa de crear el banco virtual Pacific Mutual, PM, por medio del cual iba a pagar ahora, de manera que los clientes de FFX debían inscribirse en la nueva entidad y trasladar sus fondo de la página de FFX a la de PM.

La clientela quedó dedicada a un juego virtual, casi infantil, de traslado de números y contabilidad de dineros que para entonces solamente existían en la pantalla.

Cardona Soler comenzó a desaparecer del escenario y envió un último mensaje anunciando que en noviembre próximo reiniciará el pago de obligaciones y reabrirá actividades para volver a los viejos tiempos. Detrás de esta promesa todavía están algunos ahorristas que se denominan "proactivos" y conservan las esperanzas de recuperar sus capitales.

En la pequeña oficina de Ciudad de Panamá, desde donde Cardona Soler operó su castillo de naipes la mayor parte del tiempo, nadie contesta al teléfono. Está situada en la calle 50, donde se alza el Global Bank Tower. Allí, en la oficina 1607, del piso 16, las puertas llevan cerradas hace meses.

La flotilla de carros lujosos de Cardona Soler en Panamá, entre los que figuraron dos Lamborghini, también desapareció.

Por sugerencia de un coronel retirado del Ejército de Colombia que defendía la buena fe de Cardona Soler, este se reunió en julio pasado con Vengoechea, en Barcelona, con el ánimo de buscar una conciliación y evitar un juicio.

El encuentro se hizo en el comedor principal del antiguo hotel Casa Fuster, de cinco estrellas, y fue registrado por una cámara de seguridad que, por causalidad, estaba enfocada frente a la mesa.

A Cardona por poco le impiden entrar a Casa Fuster debido al aspecto que traía: "un pantalón caqui roto y una camisa de manga corta completamente arrugada", recordó Vengoechea.

De entrada, alegó estar en la indigencia y se quejaba: "todo el mundo me ha robado". Vengoechea le propuso pagarle al grupo que él representaba, que entonces era de 400 personas y el asunto quedaría cancelado. El español aceptó y firmaron un documento que a estas alturas es letra muerta pero, al menos, constituye un reconocimiento más que hace Cardona Soler sobre su responsabilidad.

"Se declaró en la indigencia pero a la media hora ya reconocía que debía pagar y que tenía dinero para hacerlo. La prueba es que firmó el acuerdo en presencia de un testigo", dijo Vengoechea a este periodista.

En las postrimerías de su caída, entró a operar a través de un brasileño, radicado en Miami, de nombre Daniel Fernández Rojo Filho y un socio de este, identificado como Pedro Benavides.

Los vínculos de los tres están establecidos en un informe federal del Servicio Secreto.

El español llegó a ellos para continuar captando dineros cuando ambos ya eran investigados.

El agente Federal del FBI Noel F. Martínez, junior, en la página 28 del informe que elaboró "detalla quien es Rojo Filho y en página 29 el agente detalla quién es Pedro (Pete) Benavides y su relación de negocios como socio de Rojo Filho. Se establece también que Pete Benavides es dueño de un negocio de alquiler de autos exóticos de lujo, no muy reputable en la Florida (Shady). Este es un clásico negocio frontal para hacer lavado de activos", indicó Vengoechea.

"En la página 30′, agregó Vengoechea, "se establece lo que los 3 hacen, primordialmente bajo otra página web de Germán Cardona, www.ffx4you.com, la que ya ha sido cerrada, y otras que abrieron Rojo Filho y Benavides donde le solicitan a los inversores de FFX que dirijan sus trasferencias y giros interbancarios a una cuenta de banco de la Florida: Sun Trust and Mercantile Bank, desde donde defraudaron y robaron a inversionistas bajo el esquema de pirámide (Ponzi Scheme)".

"En páginas 31, 32 y más concretamente en 33, letra D. el agente establece aún mejor la relación y los negocios entre los personajes y sus empresas sin licencia de manejo de divisas en la Florida, por lo que después de investigaciones les incautaron la primera partida de más de USD$ 13,85 millones.

Aquí se establece que ya estaban siendo investigados por el gobierno federal. El agente indica que las empresas tenían domicilio en un local de apartados postales, sin oficinas físicas", agregó Vengoechea.

FFX continuó cayendo en picada, pues Rojo Filho se quedó con los dineros del público que recibió. Demás, entabló una querella alegando que Cardona Soler lo engañó al haberle entregado fondos de inversión y no ganancias de inversionistas como supuestamente ambos habían pactado.

El primer dinero que recibió Rojo Filho fue US$10 millones que le envió Juan Díaz Alcázar, vicepresidente de EMG.

Para agosto de 2008 Rojo había recibido 25 millones y ese mismo mes la DEA pidió al Gobierno Federal incautar esos fondos, que estaban depositados en un banco de Arizona no identificado.

Un informe del Fiscal Federal del Distrito Medio de la Florida, A. Brian Albritton, quien investiga a Rojo, Benavides y Cardona Soler, consignó que entre nueve vehículos de lujo que les fueron incautados, figuran un Lamborghini Murciélago de color azul; un Audi R8 y un Cadillac Escalade.

Investigadores privados que trabajan para nutrir de información casos penales en curso contra Cardona Soler estiman que la mayor parte del dinero que logró poner a salvo lo tiene escondido Europa.

Pero, como en todo lo de él, no hay cuentas confiables ni muestras de quererlas aclarar mientras continúa deambulando por las calles de Valencia, donde no llama la atención de la gente. Continúa siendo tan anónimo como cuando cargaba racimos de jabones y cepillos que vendía al menudeo.