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  Por el libro
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18 de noviembre de 2010

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CHICAGO (AP) - Un incidente en el que un individuo se negó a ser sometido a una revisión corporal, incluida la zona genital, diciendo "si me tocas el bulto, te hago arrestar", ha pasado a ser una sensación en la internet y un símbolo del creciente malestar que hay con las revisiones cada vez más exhaustivas en los aeropuertos.

La cuenta online de John Tyner --que incluye un video del encuentro filmado con un teléfono celular-- es parte de una campaña que cobra fuerza en Estados Unidos en la que se exhorta a los viajeros a que se resistan a ser sometidos a revisiones corporales.

El interrogante que surge es si los estadounidenses están haciendo valer sus derechos y resistiéndose a permitir excesos del gobierno o si son unos llorones que exigen mayor seguridad por un lado pero se niegan a colaborar por el otro.

"Creo que la gente piensa que todo esto es un circo", expresó Joseph Schwieterman, experto en transportes de Chicago. "Se impacientan con estrategias que sospechan solo buscan satisfacer a los políticos más que hacer frente a amenazas genuinas".

Agregó que muchas de las personas que expresan intolerancia hacia las revisiones son las mismas que exigen al gobierno más medidas para prevenir ataques terroristas.

El malestar aumentó al comenzar a usarse escáner, que permiten ver en una computadora la forma de un cuerpo. Esa revisión se hace en privado, en una sala aparte. No se observa el rostro de la persona y el personal que realiza la revisión no se entera tampoco de su nombre.

En la actualidad se están usando unos 300 escáners en 60 aeropuertos estadounidenses y se planea aumentar esa cifra.

Si una persona se niega a esa revisión, debe someterse a un cacheo.

Tyner, ingeniero de programación de 31 años, de Oceanside, California, asegura que no buscaba notoriedad cuando se le plantó al personal de seguridad a mediados de noviembre en el aeropuerto de San Diego.

"No creo haber hecho nada heroico. Hice lo que me pareció indicado", manifestó.

Luego de negarse a ser sometido a un escáner y a ser palpado en la ingle como parte de un cacheo, se lo echó del aeropuerto y se lo amenazó con una multa y una demanda.

El episodio dio lugar a la aparición de camisetas, carteles autoadhesivos, sombreros e incluso ropa interior con la inscripción "¡no me toques el bulto!".

Tyner no recomienda a la gente que lo imite, especialmente si no puede postergar su viaje.

"Pero deben obrar según su conciencia", expresó. "Si creen que la desobediencia civil es el camino, deben practicarla".

Un individuo, Brian Sodergren, de 33 años, de Ashburn, Virginia, lanzó una campaña online en la que se exhorta a la gente a que se niegue a ser sometida a revisiones el día previo al día de Acción de Gracias, uno de los de mayor tráfico aéreo del año. Indicó que el interés en su portal aumentó tras el incidente de Tyner.

"Jamás pensé que generaría tanto interés", admitió Sodergren, quien trabaja en el campo de la salud.

Sodergren dice que la gente no debe negarse a las revisiones y pagar multa. "Lo correcto es escribirle a su legislador y pedir que cambien las leyes", expresó.

Comparado con otros países, las revisiones de Estados Unidos no son tan molestas como las de otros países, según Schwieterman.

"Los norteamericanos no tienen que sacrificar nada realmente", sostuvo Schwieterman, profesor de la DePaul University de Chicago. "Los cacheos y los escaners no son nada, pero se resisten incluso a estos 15 segundos de incomodidad".

Los pasajeros no son los únicos molestos.

"Los pilotos están más que hartos", afirmó Tom Walsh, piloto y consultor de temas de seguridad aérea. "Gastan mucho tiempo y dinero revisando a la tripulación, que no representa una amenaza".

Chesley Sullenberg, el piloto que acuatizó con un avión comercial en el río Hudson de Nueva York y evitó una tragedia el año pasado, hizo notar que "los pilotos son la última línea de defensa" contra un ataque terrorista. "Somos participantes directos en la misión de garantizar la seguridad".

Al menos un sindicato, el U.S. Airline Pilots Association, instruyó a sus afiliados que llamen enfermos para el siguiente vuelo si se sienten demasiado alterados tras ser sometidos a cacheos.

El vocero del sindicato James Ray, no obstante, dijo que recomienda a los pilotos no pasar por escaners por temor al impacto de una exposición a la radiación.

Ray admitió que si los pilotos se niegan a pasar por escaners y deben ser cacheados, el vuelo puede demorarse.