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  Por el libro
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16 de noviembre de 2010

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( www.neomundo.com.ar ) Los bebés suelen tener el sano hábito de chupar un biberón, su propio dedo o un chupete durante años. Y aunque está muy bien que lo hagan durante un cierto tiempo, un estudio realizado por un grupo de científicos chilenos y norteamericanos encontró que si esta costumbre se prolonga demasiado los niños corren mayores riesgos de desarrollar trastornos del habla.

Trabajos previos ya habían demostrado que este hábito puede afectar la forma de los dientes, la boca y las mandíbulas de los bebés, pero la investigación actual se centró en la influencia sobre el desarrollo y el uso del lenguaje.

PALABRAS Y FRASES

Los trastornos del habla se caracterizan por afectar la comunicación oral. Pueden ser simples problemas de pronunciación o implicar serias dificultades, como el tartamudismo o la imposibilidad de usar y entender el lenguaje. Estas patologías pueden tener distintas causas, como lesiones neurológicas o el labio leporino.

Los científicos de Chile trabajaron con niños de entre 3 y 5 años. Por un lado, estudiaron su salud y el desarrollo de su lenguaje y, por otro lado, hablaron en profundidad con sus padres para averiguar cómo se desarrolló su alimentación y el hábito de chupar desde su nacimiento hasta el momento de la investigación.

En primera instancia, encontraron que las familias que esperaron 9 meses antes de pasar del amamantamiento al biberón redujeron el riesgo de que su hijo desarrolle algún tipo de problemas del lenguaje.

Por otro lado, los bebes que se chuparon el dedo o usaron un chupete por más de tres años tenían tres veces más posibilidades de sufrir trastornos del lenguaje.

La doctora Clara Barbosa, la principal autora de la investigación, consideró que estas constataciones son importantes por el aumento en el uso de los biberones y los chupetes en las últimas décadas.

"Estos resultados sugieren que extender la costumbre de chupar una mayor cantidad de tiempo después del amamantamiento puede tener efectos no deseados en el desarrollo del lenguaje en niños pequeños", afirmó la experta.