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  Por el libro
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12 de noviembre de 2010

El Nuevo Herald

Una pandilla que robaba identidades se las ingenió para penetrar en archivos de la sala de emergencias del Hospital Holy Cross con el fin de apropiarse de números del Seguro Social y detalles personales de unos 1,500 pacientes, dijeron las autoridades el miércoles.

Natashi Orr, empleada de la sala de emergencias es una de las cuatro personas que fueron arrestadas como parte de una investigación que comenzó antes de junio, dijeron inspectores postales y los fiscales encargados de la pesquisa.

Después que agentes federales descubrieron las operaciones ilegales, técnicos del hospital pasaron meses siguiendo las actividades cibernéticas de Orr pero no estaban seguros de quiénes de los 1,500 pacientes con los que trabajó desde abril del 2009 hasta septiembre del 2010 fueron víctimas del robo. En ese momento que Orr fue despedida.

Como precaución, el Hospital Holy Cross le informó de la situación a los 44,000 pacientes que visitaron la sala de emergencias durante ese período, de modo que pudieran tomar medidas para asegurarse de que sus identidades no fueran utilizadas por nadie, dijo en una declaración el Dr. Patrick Taylor, jefe ejecutivo del recinto médico.

Este es el segundo más importante robo de identidad en un hospital del sur de la Florida. En el 2007, un coordinador de admisiones de la Clínica Cleveland en Weston fue arrestado por imprimir detalles personales de 1,130 pacientes que pensaban utilizar para enviar facturas médicas fraudulentas.

En el Holy Cross, los técnicos del hospital descubrieron que Orr, de 36 años, imprimió planillas computerizadas de historias clínicas de pacientes que tenían el nombre, la dirección, la fecha de nacimiento, el diagnóstico y otros detalles personales, dijeron las autoridades. Raushanah Bowleg, de 33 años, residente de Opa-locka, hizo lo mismo en su empleo en una consulta médica de Aventura.

A ambos les pagó por la información Mildred Alexis, de 42 años, de Miramar. Posteriormente, Alexis le vendió las identidades a Albert Anthony Andrulonis, de 26 años, de Davie, y a Jimmy Lee Theodore, de 27 años, de Pembroke Pines, quienes usaron la información para obtener tarjetas de crédito y cuentas de tarjetas de débito para entonces robar dinero, dijeron las autoridades.

Las autoridades arrestaron a cuatro de las cinco personas involucradas, y Theodore continúa fugitivo. Las acusaciones —fraude postal y bancario— conllevan condenas de hasta 20 años de cárcel por cargo, y de hasta 10 años más por cada cargo de revelar la información personal de los pacientes.