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  Por el libro
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10 de noviembre de 2010

La Opinion

Trabajadores de la cadena Hyatt en ocho ciudades, incluyendo Los ángeles y Long Beach, presentaron ayer quejas ante la Administración de Seguridad y Salud Laboral (OSHA) por lesiones incurridas en el desempeño de su trabajo.

Las reclamaciones, dirigidas contra 12 establecimientos y apoyadas por el Sindicato de Empleados de Hoteles y Restaurantes (UNITE HERE) alegan que las lesiones que sufrieron están relacionadas con la ejecución de movimientos repetitivos, exceso de trabajo y otros problemas.

María Valdivia, una de las reclamantes, declaró que se lastimó un brazo después de resbalar de un lavamanos al que se trepó para limpiar espejos altos. Eunice Zapata de Juárez se accidentó al salir del ascensor del Hyatt San Antonio, al deslizarse en un piso mojado. Margarita Ramos, del Hyatt Century Plaza, declaró que tuvo un deslizón en un cuarto de baño y se lastimó una rodilla, que tuvo que ser operada.Casi todas las recamareras son mujeres, y la mayor parte de origen hispano.

Las quejas alegan que los 12 hoteles incluidos en las demandas acumularon un total de 780 lesiones entre 2007 y 2009, según medidas tomadas por OSHA. Un factor mencionado por los trabajadores es que Hyatt limita a 15 minutos el tiempo que una recamarera tiene para preparar un cuarto.

Para sustentar sus alegatos, UNITE HERE citó ayer un estudio del American Journal of Industrial Medicine (AJIM), según el cual el Hyatt encabeza la lista de hoteles donde son más frecuentes las lesiones de trabajo.

Hyatt respondió ayer con un comunicado en el que Robb Webb, jefe de Recursos Humanos de la corporación, expresa que UNITE HERE dirigió los cargos de accidentes laborales contra hoteles en los que se encuetran negociando nuevos contratos laborales.

Webb afirmó que la empresa se preocupa mucho por la salud y seguridad de sus trabajadores y que las estadísticas de OSHA en el período 2008-2009 muestran que la frecuencia y seriedad de las lesiones se ha reducido en todos sus hoteles en Norteamérica.

"Esta acción es sólo la última táctica de una campaña de un año de duración contra Hyatt que ha incluido manifestaciones, boicots y huelgas, organizadas con la esperanza de ahuyentar a las personas de empresa de nuestros hoteles", afirma Webb.