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  Estirando el chavito
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21 de octubre de 2010

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LAS VEGAS, EEUU (AFP) - Earlene Howard es el única persona que aún vive en una casa en su manzana y no sabe por cuánto tiempo más podrá sobrevivir en lo que fue un prometedor barrio de Las Vegas, ciudad que sigue sufriendo la peor crisis de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos.

El resto de los vecinos de Howard han visto cómo sus casas han sido recuperadas por sus prestamistas por no pagar las hipotecas, mientras ella debe dos meses desde que su esposo perdió su trabajo en una empresa de construcción.

"Creo que tenemos que regresar a Denver", dijo Howard, de 42 años, que en 2005 se mudó a Las Vegas dadas las magníficas oportunidades de empleo de entonces. "Ahora esta ciudad no está bien, para nada", afirmó.

Howard vive en Nevada, el Estado del oeste del país conocido por la capital del juego y epicentro de la prolongada crisis que atraviesa Estados Unidos.

Las Vegas era hasta hace dos años la bandera de la bonanza inmobiliaria. Hoy está cumpliendo 24 meses consecutivos en los puestos más altos de las listas de ciudades con mayor número de casas hipotecadas, mientras que el 80% de sus viviendas valen mucho menos que la deuda adquirida por los compradores.

Un sorprendente 23,6% de las hipotecas de Nevada se encuentran en algún tipo de ilegalidad o en proceso de ser hipotecadas, lo cual supera con creces el promedio nacional del 14%, según datos de la Asociación de Banqueros Hipotecarios.

Es un giro devastador para una ciudad que durante dos décadas fue el mejor ejemplo del auge en Estados Unidos. Desde 1989 este destino de apuestas y convenciones disfrutaba del aumento de visitantes y crecimiento de la población, justo cuando abrió el primer 'mega resort', Mirage.

Desde entonces, la población del Estado se duplicó a 2,6 millones de habitantes y el sector de la hotelería-casino de Las Vegas se disparó con la creación de más de 148.000 habitaciones. A mediados de la década pasada, no había lugar en este país donde la especulación inmobiliaria corriera con tanto desenfreno y donde los precios aumentaran tan rápidamente.

Sin embargo, la economía de Las Vegas se basó en los turistas que venían a gastarlo todo y cuando el resto de Estados Unidos se quedó sin dinero para gastar el número de visitas se desplomó.

El récord de visitas se alcanzó en 2007 con 39,1 millones de personas, pero en 2009 la cifra cayó un 7%, a 36,3 millones. Los ingresos por apuestas sufrieron un golpe mayor: 19,2% en el mismo lapso de tiempo.

"Es la peor experiencia en el período más largo de tiempo", dijo Alan Feldman, portavoz de MGM Resorts International, propietaria de 10 casinos en la calle principal de Las Vegas.

"El impacto después de los atentados del 11 de septiembre fue difícil por razones distintas, pero en esta ocasión está durando más y con un perfil diferente".

De hecho, las ejecuciones de hipotecas y los problemas de la deuda no afectan solo a los propietarios de viviendas, sino también a las corporaciones de complejos hoteleros. El ejemplo más obvio es la suerte del Fontainebleau Las Vegas, concebido como un 'resort' de 5.000 millones de dólares previsto para abrir este año, y aunque está casi terminado, todavía no se sabe cuando encenderá sus luces.

Los constructores se quedaron sin dinero el año pasado, por lo que esta maciza estructura de vidrio fue vendida al inversor Carl Icahn, quien a principios de este mes subastó el mobiliario diseñado para ser instalado en el edificio, alejando aún más la esperanza de una pronta inauguración.

En esta coyuntura, los compradores de casas esperan que suba el valor de sus hogares para luego refinanciar sus deudas. Pero en lo referente al turismo, la economía del país ha mantenido alejados a los visitantes, elevando el índice del desempleo al actual récord del 14,7%.

"Disfrutamos de un alza desmesurada (...). Siempre le dije a la gente que esto no podía durar para siempre", dijo Jack Levine, un agente de bienes raíces en Las Vegas.

Existen ciertos signos de recuperación pero son débiles. El número de turistas en Las Vegas cumplió en agosto un año de aumento consecutivo pero gracias a una reducción importante de las tarifas hoteleras y con visitantes que tienen cuidado a la hora de gastar, apuntó Kevin Bagger, director de 'marketing' de la Oficina de Turismo y Convenciones de Las Vegas.

Levine también percibe una mejoría en el sector inmobiliario "después de muchos meses con cero venta de casas en los últimos tres años".

Pero ahora el problema "es cerrar la venta, que los bancos den el dinero. Y los precios están muy lejos de lo que alguna vez fueron".