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Por el libro |
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9 de octubre de 2010
El Nuevo Herald
Miles de ventas por ejecución hipotecaria, que se han convertido en el motor del mercado de viviendas en la Florida, han ido en picada debido a testimonios de empleados bancarios que confesaron haber firmado miles de documentos legales sin revisarlos adecuadamente. El resultado: acusaciones de fraude y falsificaciones surgen a diario y se han empezado a manifestar los problemas de mala contabilidad de los bancos, que ha creado un ambiente inseguro para las ejecuciones hipotecarias. Los bancos han congelado los procedimientos de ejecuciones hipotecarias, las aseguradoras de títulos están colocando en la lista negra a las propiedades de los bancos, los jueces están denegando juicios y los afligidos propietarios se están armando con abogados para demorar o evitar las ejecuciones hipotecarias. "Esto lo va a cambiar todo', declaró Shari Olefson, un abogado de Fort Lauderdale y autor de Foreclosure Nation: Mortgaging the American Dream (Nación de ejecución hipotecaria: Hipotecando el Sueño Americano). El viernes, Bank of America anunció que detendría todas sus ventas por ejecución hipotecaria en todo el país, una repercusión de los llamados "firmantes robóticos' (funcionarios que firmaron documentos sin apenas revisarlos). Otros prestamistas (JPMorgan Chase y GMAC) también suspendieron sus operaciones de ejecuciones hipotecarias, y algunas ventas de ejecución hipotecaria potencialmente contaminadas de Fannie Mae se están demorando también. Juntos, estos prestamistas poseen más de 3,000 propiedades para la venta en el sur de la Florida, más de las dos terceras partes del inventario. Existe una creciente especulación de que aún faltan por venir más suspensiones de los prestamistas. Mientras que los otros principales prestamistas residenciales de la nación (Welss Fargo y Citibank) han mantenido que sus procesos de ejecución hipotecaria están limpios, recientes declaraciones extrajudiciales muestran que más prestamistas podrían enfrentar pronto las mismas acusaciones que han afectado a otros bancos. Por ejemplo, al menos dos ex empleados de Citi han confesado haber firmado miles de documentos diarios, lo que llevaría al prestamista a acusaciones de firmantes robóticos. Algunos de esos documentos contienen información crucial como la identidad del titular de la vivienda, y los firmantes tienen que confirmar que tienen conocimiento personal del caso. Por ahora, Citibank se mantiene firme. "En este momento, no tenemos razón para creer que nuestros empleados no han seguido nuestros procedimientos, así que no creemos que una suspensión sea necesaria', indicó Mark Rodgers, portavoz de Citibank, en una declaración. Wells Fargo se ha hecho eco de esos sentimientos en un comunicado propio, en que reclama que "los procedimientos de documentos jurados y las auditorías diarias [de la compañía] demuestran que nuestras declaraciones juradas de ejecuciones hipotecarias son correctas'. Bank of America detuvo el viernes las ventas de ejecución hipotecaria y amplió su revisión de documentos de cierre hipotecarios a todos los estados. "Detendremos las ventas de ejecuciones hipotecarias hasta que nuestra evaluación se complete satisfactoriamente', indicó el banco en un comunicado. "Obviamente, ellos perciben que el costo de seguir adelante [con las ejecuciones hipotecarias] es mayor que el costo de no seguir', comentó Olefson. "Y eso asusta mucho, porque sabemos que el costo de no seguir adelante es enorme'. El detener las ejecuciones hipotecarias significa que el banco continuará asumiendo los costos de mantener las propiedades que ha reclamado, y no será capaz de convertirlas en ventas REO (propiedades de una agencia de bienes raíces), que se tramitan relativamente rápido y a menudo por encima de los precios que se piden. Las revelaciones de "firmas robóticas' por parte de empleados bancarios aumentaron durante el pasado mes. Expertos legales indicaron que es probable que aparezcan más mientras el secretario de Justicia, Bill McCollum, lleva a cabo una amplia investigación en las prácticas legales de ejecución hipotecaria de mala calidad. Una declaración jurada de una trabajadora de ejecuciones hipotecarias que se filtró esta semana detalla un sensacional recuento de un descarado fraude en las oficinas legales de David J. Stern, una firma con sede en Plantation que procesó más de 100,000 casos de ejecución hipotecaria en los dos últimos años. Tammie Lou Kapusta, una asistente legal que fue despedida en julio del 2009, dijo al personal de McCollum que la firma Stern falsificaba sistemáticamente firmas, colocaba fechas atrasadas en los documentos, presentaba tarifas falsas de los abogados e ignoraba defectos críticos en los documentos hipotecarios legales. Jeffrey Tew, abogado de la firma Stern, informó que ésta niega todas las acusaciones y que Kapusta fue "despedida con causa', lo que hace cuestionable su credibilidad. "Eso la colocó en la categoría de una empleada descontenta', manifestó Tew. "Ella no es un testigo imparcial objetivo. Está en busca de sangre'. Kapusta le dijo al personal de McCollum que ella tiene archivos y correos electrónicos para corroborar su testimonio. Debido a que la firma de Stern procesó casos de ejecución hipotecaria para grandes compañías inmobiliarias (incluyendo a GMAC y Fannie Mae), las acusaciones como las de Kapusta podrían tener un enorme efecto dominó. Para aquellos en el mercado en busca de una nueva casa, esas noticias han puesto una marca negra en el sector más golpeado del mercado de casas del sur de la Florida. Joel Flores, quien ha buscado durante meses una buena oferta REO, aseguró que ha comenzado a ver el efecto de las congelaciones de los bancos. "Lo que he notado es que la cantidad de casas [disponibles] se ha reducido, principalmente las de GMAC y algunos de esos bancos', comentó. Flores, cuya novia tiene seis meses de embarazo, comentó que los problemas legales de los bancos probablemente evitarán que sea dueño de casa antes de que su hijo nazca en febrero. "Parece que simplemente tendré que alquilar', comentó Flores.
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