1 de octubre de 2010
El Nuevo Herald
WASHINGTON -- El programa público de salud Medicaid tuvo en 2009 la mayor cantidad de inscriptos desde su creación, luego que la recesión eliminara millones de puestos de trabajo y, por lo tanto, de planes médicos, dijo un informe publicado el jueves. El reporte de la organización sin fines de lucro Kaiser Family Foundation señaló que el padrón de Medicaid, plan destinado a la población de menores ingresos, llegó a más de 48 millones de personas. Con pocas mejoras a la economía, los estados pronostican un aumento de 6% más para el año próximo, lo que traerá más exigencias a sus ya diezmados presupuestos. Casi seis millones de personas se anotaron en Medicaid desde que la recesión comenzó en diciembre de 2007, dijo Kaiser. Desde el tercer trimestre de 2008, el gobierno federal dio a los estados más de 100.000 millones de dólares extra para financiar el aumento de inscriptos en el plan. Lo que queda de esos fondos se agotará en junio de 2011 y es probable que los estados no tengan dinero para cubrir ese vacío. "La recesión agotó los presupuestos y programas de Medicaid estatales, pero con la ayuda federal extraordinaria, Medicaid ayudó a millones de personas más, tal como es la intención en los tiempos difíciles", dijo Diane Rowland, directora ejecutiva de la Comisión Kaiser sobre Medicaid y la Gente sin Cobertura Médica. "Mirando al futuro, los estados enfrentarán nuevos desafíos cuando la asistencia federal se termine y se preparen para la reforma de salud". Entre diciembre de 2008 y diciembre de 2009, la inscripción en Medicaid subió en casi 3,7 millones de personas, el mayor aumento en un período de 12 meses desde que el programa se comenzó a implementar, dijo el informe. Esto vino aparejado con un aumento en la demanda por otros programas de asistencia para la gente de bajos ingresos: casi 12 millones de hogares recibieron asistencia para comprar alimentos el año pasado, lo que también marcó un récord. Medicaid, una sociedad entre el gobierno federal y los estados, se creó en 1965 durante la presidencia del demócrata Lyndon B. Johnson. Está destinado a cubrir a las familias de bajos ingresos y a muchos ancianos que viven en hogares. También tiene un papel importante en el nuevo sistema de salud, ya que la reforma aprobada este año lo extiende hasta agregar a su cobertura a unos 18 millones de adultos de bajos ingresos para 2014.