29 de septiembre de 2010
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(www.neomundo.com.ar )- Más allá del sacrificio que se haga, independientemente del tiempo y aún practicando regularmente actividad física, algunas personas no son capaces de mantener el descenso de peso logrado y aumentan nuevamente una vez que terminaron de hacer dieta. ¿Por qué? ¿Es que al "bajar la guardia", los kilos vuelven? De acuerdo con una reciente investigación española no se trata únicamente de una cuestión actitudinal o, si se quiere, de compromiso prolongado respecto al mantenimiento de los logros alcanzados durante una dieta, sino que también intervienen diversas hormonas, puntualmente la leptina y la grelina, que están involucradas en la regulación del apetito. "Creemos que saber este tipo de cosas ayuda a identificar a priori cuáles son las personas más propensas a volver a engordar a futuro, más que nada para poder diseñar un programa adaptado a las necesidades de cada uno", explica Ana Belén Crujieras, al frente de la investigación, hecha por la sección de Endocrinología Molecular y Celular del Hospital Clínico de Santiago de Compostela (España), e investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn). Para la investigación, los científicos realizaron el seguimiento de los participantes que presentaban sobrepeso y obesidad pero se sometieron a una dieta baja en calorías durante ocho semanas. Entre otros factores, el equipo de Crujieras midió el nivel plasmático de grelina y leptina, tanto al comienzo del estudio como seis meses después. Así hallaron que aquellos voluntarios que habían recuperado más del 10% del peso perdido tras la dieta presentaban niveles más altos de leptina y cifras más bajas de grelina que el resto de sus compañeros (los que no habían vuelto a engordar). "Esta instancia de la investigación constituye sólo el primer paso -explica la española-. Ahora resta encontrar una asociación entre lo endocrinológico y las demás cuestiones para poder desarrollar planes para cada persona, porque no sólo es importante lograr que la gente baje de peso, sino también que pueda mantener ese descenso y no recuperar kilos". Por su parte, el nutricionista argentino Alberto Cormillot, director del Instituto Argentino de Alimentos y Nutrición y de la Licenciatura en Nutrición de la Fundación Isalud, describe: "Una vez que una persona engordó y mantiene su sobrepeso por un tiempo, se activa una cuestión metabólica que la marca. Es decir, se genera una suerte de predisposición en el marco de la cual el organismo queda programado para ese sobrepeso, y por ende tiende a volver aún después de una dieta. No obstante esto no implica que este destino no se pueda evitar. Al contrario, la incorporación de hábitos saludables y el hecho de considerar una dieta o plan de descenso de peso no como una meta sino como un proceso educativo ayuda y mucho". "No se trata -agregó Cormillot- de bajar de peso y nada más. Hay que aprender a alimentarse, entender la importancia de la actividad física e incorporarla, tomar nota de los avances alcanzados, llevar un registro del peso, recurrir a la balanza, etc." Todo esto es muy importante porque es inevitable que al ir descendiendo de peso y acercarse paulatinamente al objetivo, los brazos se vayan bajando. "Es que perder kilos es sólo el 1% del 'problema' -aclara Cormillot-. El 99% restante pasa por mantener ese descenso de manera saludable. Lo fundamental que hay que tener en cuenta es que el sobrepeso es una enfermedad crónica que por ende requiere tratamiento crónico".