28 de septiembre de 2010
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WASHINGTON (AP) - La brecha de ingresos entre los estadounidenses más ricos y los más pobres creció el año pasado a su mayor monto del que se lleve registro, y las cifras indican que los adultos jóvenes y los niños en particular pasaron problemas para mantenerse a flote durante la recesión. El 20% mejor pagado de los estadounidenses _quienes ganan más de 100.000 dólares al año_ recibieron el 49,4% de todos los ingresos generados en Estados Unidos, en comparación con el 3,4% que obtuvieron por quienes estuvieron por debajo de la línea de la pobreza, según cifras del censo recién publicado. Esa proporción de 14,5 a 1 significó un aumento del 13,6 a 1 en 2008 y casi el doble del registro mínimo, de 7,69 a 1 en 1968. Una medida diferente, el coeficiente internacional de Gini, descubrió que la desigualdad de ingresos en Estados Unidos alcanzó su nivel más alto desde que la Oficina del Censo comenzó a registrar los ingresos por familia en 1967. Estados Unidos también tiene la mayor disparidad entre los países occidentales industrializados. En la parte superior, el 5% más rico de los estadounidenses, aquellos que ganan más de 180.000 dólares anuales, agregó un poco a su ingreso anual el año pasado, mostraron los datos del censo. En cambio, las familias con un nivel medio de 50.000 dólares anuales, cayeron. "La desigualdad en los ingresos está aumentando, y si tomamos en cuenta los datos fiscales, sería aún más", dijo Timothy Smeeding, un profesor de la Universidad de Wisconsin-Madison que se especializa en pobreza. "Más que en otros países, tenemos una distribución del ingreso muy desigual, donde la compensación va a la cima, en una economía de 'el ganador se lleva todo". Los adultos con menor educación u edades de 18 a 34 años sufrieron el mayor salto de pobreza el año pasado, mientras los empleadores mantenían o contrataban a trabajadores de más edad para los disminuidos puestos de trabajo disponibles, dijo Smeeding. Las decrecientes fortunas económicas han hecho que se duplique el número de jóvenes estadounidenses desempleados que viven con sus padres, amigos o seres queridos, dijo. A eso se suman los posibles problemas para el mercado laboral si no reciben la formación necesaria para trabajos futuros, agregó. Los hallazgos son parte de una amplia gama de datos que la oficina del censo de Estados Unidos está publicando este mes, que han destacado el impacto de largo alcance de la reciente crisis económica. Los efectos van desde la disminución casi récord en las tasas de movilidad y de nacimiento en Estados Unidos, hasta la postergación de los matrimonios y la primera caída en el número de inmigrantes indocumentados en dos décadas.