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Por el libro |
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20 de septiembre de 2010
El Vocero
Como parte de cumplir con sus funciones y los parámetros que la rigen, las instituciones financieras realizan gestiones de cobro a todos aquellos clientes que no cumplen con sus pagos según acordado. Cuando tomamos dinero prestado nos comprometemos a unos pagos recurrentes por un periodo de tiempo. Pero, pueden ocurrir situaciones y, de la noche a la mañana, se afecta nuestra capacidad de pago. En esos momentos que surge el problema, es bien importante no ignorarlo y explicar la situación a nuestros acreedores. Contrario a lo que piensan los clientes, mientras más temprano lo hagan, más probabilidad de evaluar alternativas para enfrentar el problema. Cuando conversamos con los clientes, la mayoría nos dice que no se habían comunicado antes porque entendían que el banco no podía hacer nada por ellos o pensaban que podían manejar la situación, pero muchas veces no es así. En este momento, es cuando entra la orientación y ayuda que puede ofrecer la institución financiera y aprovechar para evaluar nuestra situación real. Debes comenzar examinando tu escenario financiero de forma honesta y en detalle. Te darás cuenta de muchas cosas que puedes mejorar y otras que, sencillamente, son las que tendrás que evaluar y negociar con las instituciones. Es momento de asegurarnos que hemos hecho recortes y que estamos gastando en lo que es necesario. También, evalúa otras oportunidades de ingresos que puedan aumentar tu capacidad de pago. De estas circunstancias surge la inventiva. Una vez tengas claras tus finanzas, comunícate con todos tus acreedores y habla sinceramente con ellos. Recuerda que cada caso es diferente. Las alternativas para deudas de hipotecas, tarjetas de crédito, auto, pueden variar, el punto en común es –y recalcamos– mientras más rápido se haga la gestión, mayor la posibilidad de que existan alternativas y viceversa, mientras más tarde la comunicación, más limitadas las posibilidad de alcanzar un acuerdo y más gastos se habrán acumulado. Una vez se establezca la comunicación, no tengas temor en llamar para el estatus de tu caso y conocer el próximo paso. Es importante que, de llegar a un acuerdo, se cumpla. De tener algún problema, comunícate nuevamente con el banco. En el caso de las hipotecas, las instituciones bancarias cuentan con un departamento de mitigación de pérdidas ("Loss Mitigation") donde pueden evaluar tu caso y, dependiendo del producto, hay alternativas que pudieran ayudarte a retener tu propiedad. La ejecución de las hipotecas conllevan varias etapas y las opciones varían de acuerdo a la etapa en que se encuentre el caso, pero los costos pueden subir de acuerdo a la fase del proceso. Nuevamente, el tomar acción rápida y mantenerse en comunicación con las instituciones para explorar alternativas y poder cumplir con su responsabilidad, puede ser la gran diferencia..
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