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  Por el libro
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13 de septiembre de 2010

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BASILEA, Suiza (Reuters) - Reguladores de todo el mundo, que buscan prevenir que ocurra otra crisis financiera, llegaron a un acuerdo sobre una reforma radical que obligará a los bancos a más que triplicar el capital de alta calidad que deben mantener en reserva.

Las reformas, llamadas "Basilea III", son el mayor cambio de la regulación bancaria en décadas, y exigirán que los bancos aumenten su capital de alta calidad al equivalente de un 7 por ciento de sus activos de riesgo, desde el 2 por ciento actual.

Las reglas pueden llevar a que los bancos tengan que levantar cientos de miles de millones de dólares de nuevo capital durante los próximos diez años.

Los bancos tendrán que tener un capital estructural (Tier 1), compuesto de acciones o ganancias retenidas, equivalente al menos a un 4,5 por ciento de sus activos de riesgo, además tendrán que establecer un nuevo colchón de "conservación de capital" consistente en acciones comunes, que equivaldrá al 2,5 por ciento de los activos.

El acuerdo se alcanzó en una reunión de gobernadores de bancos centrales y supervisores de 27 países, encabezado por el por el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet.

"Los acuerdos alcanzados hoy (domingo) son un fortalecimiento fundamental de los estándares de capital mundial", dijo Trichet en un comunicado. "Su contribución a la estabilidad financiera de largo plazo y al crecimiento será sustancial", añadió.

Para facilitar la tarea a los bancos, se les darán varios años para cumplir con los nuevos requerimientos.

Las reglas de capital estructural estarán plenamente en vigencia en enero del 2015, mientras que el colchón de conservación de capital se introducirá paulatinamente desde enero del 2016 hasta enero del 2019.

Las reglas de Basilea III son el mayor cambio a la regulación bancaria mundial en décadas, con las que los supervisores esperan llevar a los bancos a estrategias de negocios menos riesgosas y garantizar que tengan suficientes reservas para resistir sacudidas financieras sin necesidad de rescates.

Como consecuencia de la crisis financiera mundial, que en parte se debió a operaciones de bancos, líderes del Grupo de los 20 (G20) países líderes instaron a reguladores y banqueros centrales en 2009 a trabajar en reglas de capital bancario más estrictas.

Los líderes del G20 están listos para apoyar el acuerdo del domingo cuando se reunan en noviembre en Seúl.

La mayor parte de los principales bancos del mundo, que se han recuperado en gran medida de la crisis financiera, probablemente no se apuren en recaudar fondos como respuesta a los nuevos requerimientos de capital.

Sin embargo, persisten preocupaciones de que bancos de algunos países enfrenten un largo camino hacia la recuperación, y que las reglas de Basilea pueden recortar la cantidad de dinero que los bancos pueden prestar a compañías frenando el crecimiento económico.