8 de septiembre de 2010
La Opinion
Pekín/EFE — El gobierno chino rechazó ayer cualquier tipo de presión para revaluar su moneda con motivo de una visita de alto nivel de funcionarios estadounidenses a la República Popular. "Nos oponemos firmemente a politizar los asuntos económicos y nuestro mecanismo de cambio de divisa no aceptará presiones externas", señaló ayer la portavoz de turno del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Jiang Yu, al ser preguntada por la visita de la delegación estadounidense. Jiang agregó en rueda de prensa que la gestión del cambio del yuan o "renminbi", la moneda china, seguirá manteniendo "la estabilidad básica del tipo cambiario a un nivel razonable y equilibrado". Washington acusa a Pekín de mantener artificialmente barato el yuan para promover sus exportaciones, por lo que el asunto ocupa una parte importante de la agenda de la visita esta semana a China del director del Consejo Económico Nacional de EEUU, Lawrence Summers, y del subdirector de Seguridad Nacional, Thomas Donilon. La reforma del sistema cambiario del yuan es un tema recurrente para los líderes estadounidenses, sobre todo en tiempo de elecciones decisivas como las que se celebrarán en noviembre en ese país, a pesar de que Pekín anunció una mayor flexibilización a principios de verano que ha permitido un leve encarecimiento de su moneda. Summers y Donilon se reunieron ayer con el viceprimer ministro de China, Wang Qishan, a quien informaron sobre la economía estadounidense y las medidas que la administración de Barack Obama ha tomado para estimular la economía y crear empleos, señaló la prensa china.