3 de septiembre de 2010
El Economista
La empresa farmacéutica Allergan, fabricante de Bótox, deberá pagar 600 millones de dólares en sanciones penales y civiles por promocionar este producto para tratamiento de enfermedades no autorizadas por Food and Drug Administration (FDA), informó el Buró Federal de Investigaciones (FBI). Tras tres años de investigación por parte de esta dependencia, se determinó que la división de Atlanta, California de este laboratorio promovía su producto más allá de lo que se le había permitido. Botox es ampliamente conocido por su uso cosmético, no obtante en sus etiquetas se promocionaba para el tratamiento de migrañas, parálisis cerebral infantil y espasmos. Mediante un comunicado oficial, el FBI explicó que para promoverse, Allergan proporcionada sobornos a los médicos en efectivo, viajes y comidas y seminarios celebrados instruir a los médicos sobre la forma emplear este tratamiento cosmético para el uso terapéutico. La compañía también hizo declaraciones falsas y fraudulentas respecto a la eficacia de Botox para estos tratamientos", incluso cuando había poca evidencia clínica de que estos usos son eficaces", declara Sally Yates, el Procurador Estados Unidos para el Distrito Norte de Georgia.