2 de septiembre de 2010
El Nuevo Dia
La paralización de gran parte del País por día y medio tras el paso del huracán Earl por aguas cercanas a Puerto Rico costó $64 millones, según un análisis realizado por el economista José Alameda. La cifra, aunque no se compara con los $1,000 millones en pérdidas que dejó el huracán Hugo o los $4,287 millones de Georges, es significativa cuando se toma en consideración que los daños a la infraestructura causados por Earl han sido mínimos, si alguno. Alameda, quien por años ha analizado el impacto de estos fenómenos en la economía boricua, dijo que en el caso de Earl el efecto mayor fue en el área metropolitana. "Después de tantos años evaluando estos eventos he llegado a la conclusión que San Juan, Guaynabo, Bayamón y Carolina son otra cosa", sostuvo el catedrático en economía de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez. Según Alameda, aunque el área más afectada por los vientos y la lluvia asociados a Earl haya sido la zona este, es en San Juan donde trabaja el 50% de los puertorriqueños, razón por la cual el impacto mayor en la economía se evidencia allí. Su análisis esta basado en buscar cuánto es el ingreso nacional por sector económico. Ese ingreso se consigue mediante una fórmula que incluye la compensación salarial que se paga a cada trabajador y la ganancia que esa actividad genera. El estudio del profesor Alameda evalúa sectores que van desde la agricultura a bienes raíces, servicios y hasta entretenimiento. De acuerdo con ese análisis, se estima que con el cese de labores en el sector público y gran parte del privado como previsión ante el azote de Earl, la pérdida en producción en San Juan fue de $38 millones. En el resto de la Isla esa pérdida ascendió a poco menos de $26 millones. "El total de producción perdida debe ser de $64 millones, de acuerdo con la información que tenemos hasta ahora. Hay que ver que algunos sectores podrían recuperar esas pérdidas, pero ese dato es difícil de calcular", explicó Alameda.