1 de septiembre de 2010
Primera Hora
Con tan sólo un poquito más de lluvia y con vientos ligeramente más intensos que los que nos dejó Earl, el sistema eléctrico de Puerto Rico colapsaría, aseguran los trabajadores de la Autoridad de Energía Eléctrica. El director ejecutivo de la AEE, Miguel Cordero, lo niega, pero la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (Utier) reclamó ayer que el lunes miles de puertorriqueños se quedaron sin luz, no por culpa del huracán -que no nos azotó directamente- sino por la falta de mantenimiento que sufre el sistema eléctrico. "Tres gotas de agua", ramas que obstruyeron el tendido eléctrico y un poco de viento bastaron para dejar sin energía eléctrica a sobre 300 mil abonados de la Autoridad, de acuerdo con la sindical. Pueblos como Jayuya, Adjuntas y Naguabo se quedaron por completo sin energía y residentes de puntos tan distantes del paso de Earl, como la zona oeste, también. El apagón, en muchos puntos, sorprendió a la ciudadanía en horas de la mañana, cuando los peores efectos de tormenta estaban por verse. El líder de la Utier, ángel Figueroa Jaramillo, coincidió con Miguel Cordero en que esta vez no hubo un corte de energía preventivo. Decenas de miles de usuarios de la AEE, afirmó el líder sindical, se quedaron sin electricidad porque la Autoridad lleva años sin darle mantenimiento a su sistema de distribución. Figueroa Jaramillo y el secretario de Salud y Seguridad Ocupacional de la Utier, Ricardo Santos, dijeron que hace siete años que la AEE carece de un plan de mantenimiento sistemático y que esta vez el problema mayor se dio con los aisladores que unen líneas eléctricas. Esos aisladores se han corroído y son susceptibles a cortos circuitos con caerle un poco de agua o verse obstruidos con las ramas de los árboles. Ese sistema está diseñado para "tumbar" bajo esas circuntancias y reactivarse hasta en tres ocasiones. Luego se requiere que un celador repare la avería. Otro problema que evidenció Earl es que había montones de postes de madera podridos. "Están esperando que pase un huracán, para que FEMA pague su reemplazo, pero en FEMA ya les detectaron el truco", comentó Santos. A esto hay que sumarle que, según la Utier, la AEE no completó el desganche de árboles bajo el tendido eléctrico a tiempo. Todos esos problemas, afirmó el portavoz de la Unión, surgen por la falta de personal que confronta la Autoridad. Figueroa Jaramillo también le atribuyó el descalabro eléctrico a que Cordero "le ha delegado el sistema de distribución y transmisión a Josué Colón, un ingeniero que es el brazo político del PNP en la agencia y sabe poco sobre esos temas". Mientras tanto, Cordero negó todas las imputaciones de la Utier y sostuvo que la falta de servicio se debió a la caída de árboles y a una tormenta eléctrica que afectó la zona. Descartó que haya falta de mantenimiento a las instalaciones o de personal para realizar las labores de restablecimiento del servicio. "No es mantenimiento, ni el sistema está colapsando. Es árboles que han caído sobre las líneas y vamos a buscar una solución", dijo el director de la AEE, quien al cierre de esta edición informó que faltaban 107,159 usuarios por reponerles la energía, de éstos 47,000 de San Juan. En horas de la mañana, Cordero se había comprometido con restablecer el servicio en su totalidad a las 6:00 p.m. "Los invito que vayan a Monacillo, verifiquen cómo está el sistema. El sistema está operacional totalmente. La mayoría de nuestros problemas es en alimentadores de distribución, alimentadores que le han caído árboles encima", alegó. El gobernador Luis Fortuño se hizo eco de las expresiones del Director Ejecutivo. "Está el personal que necesitamos... La Autoridad da un servicio extraordinario. Desgraciadamente, aquí tuvimos un problema con árboles en el piso", insistió. Dijo estar complacido con el trabajo de los empleados, a pesar de las quejas por la lentitud en la restitución de la energía. "Nosotros no vamos a arriesgar la vida de mis empleados trabajando inseguramente y eso se los discuto yo a la Utier y a quien sea. Anoche (lunes) trabajamos hasta donde pudimos. Había áreas donde el acceso era peligroso, donde habían alambres en el piso y no podíamos entrar al área, por lo tanto tuvimos que suspender el trabajo. La gente de nosotros se ha faja'o como generales; trabajaron bajo agua hasta donde pudieron. Están haciendo un esfuerzo extraordinario"', agregó Cordero. En horas de la tarde de ayer, un celador de la Utier, Luis Sánchez, de 48 años, recibió una descarga eléctrica mientas reparaba una línea de 8 mil voltios en Naranjito. El obrero fue hospitalizado y tenía una quemadura en la mano.