21 de agosto de 2010
El Nuevo Dia
De aprobarse la Ley de incentivos a la vivienda que propone el Gobierno, el que adquiera una casa nueva no pagará impuestos al CRIM ni la sobretasa especial de Hacienda, mientras que si la casa que compra es una ya existente, sí tendrá que pagar ambos impuestos. Esto pondrá en desventaja a los ciudadanos que llevan meses tratando de vender su propiedad para adquirir una nueva, indicaron a El Nuevo Día consumidores que prefirieron no ser identificados. Ayer el gobernador Luis Fortuño comentó que evaluará la posibilidad de eliminar la sobretasa que se paga a Hacienda, aunque no especificó cuándo. El economista Vicente Feliciano, coincidió con la preocupación expresada por los consumidores al indicar que "la propuesta tiene más incentivos para la vivienda nueva que para la existente". Eso, a su juicio, provocará una caída de los precios de la vivienda existente, debido a que tendrá que competir con vivienda nueva que no paga CRIM, ni sobretasa, ni ganancias de capital futuras. Feliciano entiende que estos incentivos no impactarán significativamente a la construcción, a menos que no se logre bajar el inventario de ambos tipos de vivienda: la nueva y la existente. Por su parte, Antonio Fernós Sagebién, profesor de finanzas de la Universidad Interamericana, dijo que, aunque aplaude el esfuerzo del Gobierno por resolver el problema de vivienda, entiende que el enfoque utilizado no es el correcto. "Están resolviendo el problema por el lado de la oferta. El problema no se resuelve pagándole al comprador los sellos y comprobantes. Hay que ver los síntomas que tiene el paciente", dijo el profesor al tiempo que señaló que el problema está en la oferta. Fernós Sagebién indicó que en Puerto Rico ha habido una reducción en los salarios reales de la fuerza trabajadora, lo que implica que la gente tiene ahora menos capacidad de repago; mientras, por el otro lado, la banca está más estricta al aprobar los financiamientos. Sugirió al Gobierno que se enfoque en propiciar la creación de empleos, que es lo que promueve el crecimiento de la economía. "Si no hay empleo, no hay crecimiento ni desarrollo económico. Si no hay empleo, no hay ingresos ni flujo de efectivo. Y si la gente no tiene flujo de efectivo no cualifica para ningún préstamo", aseveró Fernós Sagebién. Señaló, además, que el valor de las propiedades ha devaluado, lo que implica que muchos al vender la propiedad, tendrán que aportar al banco un dinero en efectivo adicional, para completar el saldo de la hipoteca.