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  Por el libro
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12 de agosto de 2010

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NUEVA YORK (Reuters Health) - Cada vez más adultos mayores utilizan antibióticos luego de ingresar a Medicare Part D, el programa de ayuda con que cuentan los ancianos estadounidenses para comprar los fármacos recetados, según reveló un estudio sobre 35.000 personas.

Estos resultados son alentadores para enfermedades como la neumonía, que puede ser fatal en los adultos mayores y se puede curar con antibióticos. Pero los participantes con infecciones virales también tomaron más antibióticos, que no sirven contra las bacterias.

El uso innecesario de los antibióticos genera resistencia, que es cuando la bacteria se vuelve inmune a esos fármacos y éstos pierden efectividad.

"Los antibióticos son una clase única de medicamentos; su uso excesivo puede dañar a toda esa población de pacientes (...), mientras que su subutilización causa varias complicaciones graves de las infecciones", escribieron los doctores Adam Hersh y Ralph Gonzales, de la University of California en San Francisco, en un comentario sobre el estudio publicado en Archives of Internal Medicine.

El equipo de Yuting Zhang, de la University of Pittsburgh, siguió a los adultos mayores que ingresaron a Medicare Part D cuando el programa comenzó a funcionar en enero del 2006.

Aquellos pacientes que no habían tenido cobertura de los medicamentos antes de ingresar al programa, debían pagar los remedios que les recetaban. Otros habían tenido una cobertura parcial sobre algunos de los medicamentos que requerían.

Los autores analizaron cuántos pacientes habían comprado antibióticos durante los dos años previos al ingreso al programa y los dos años posteriores, para registrar algún cambio en el consumo de esos fármacos.

Los resultados los compararon con los de un grupo de adultos mayores que mantuvieron su cobertura privada durante esos cuatro años (grupo de control).

Los participantes sin cobertura o con cobertura parcial de los medicamentos antes de ingresar al programa eran más propensos a tomar los antibióticos tras recibir la nueva cobertura.

La mayor diferencia se registró entre los participantes que no habían tenido cobertura antes del programa Part D: los dos años previos al ingreso, el 34 por ciento tomaba antibióticos, lo que luego aumentó al 41 por ciento.

El grupo de control pareció levemente menos propenso a tomar antibióticos en la segunda parte del estudio que en la primera.

Zhang, que investiga con fondos de la aseguradora Highmark Inc., opinó que una forma de evitar que los médicos receten antibióticos innecesarios -una medida que ahorraría dinero y prevendría la aparición de la resistencia- es modificar la cobertura que otorga el Gobierno.

Otros expertos opinan que además se necesita más educación para los médicos y los pacientes, tanto para mejorar la comunicación entre ambas partes como para explicar a los pacientes cuál es la utilidad de los antibióticos y cuándo son necesarios o no.

FUENTE: Archives of Internal Medicine, online 9 de agosto del 2010