9 de agosto de 2010
El Nuevo Herald
Una inyección de $26,000 millones en asistencia federal no será suficiente para salvar los empleos de más de medio millón de personas que trabajan para gobiernos locales y estatales o en compañías que hacen negocios con ellos. Los economistas afirman que los déficit de presupuesto estatales y locales son tan grandes que hasta fines de año se eliminarán un máximo de 30,000 empleos públicos mensuales. Y las compañías privadas que tienen contratos con entidades locales y estatales probablemente reduzcan aún más sus nóminas. En total, se calcula que se perderán entre 600,000 y 700,000 empleos en los próximos 12 meses en entidades locales, estatales, contratistas privados y otros negocios que dependen de los gobiernos, según el Centro de Presupuestos y Prioridades Políticas, un grupo de estudios de Washington. El informe de desempleo de julio, publicado el viernes, mostró que los gobiernos locales y estatales eliminaron 48,000 empleos el mes pasado, la mayor cifra en los últimos 12 meses. Estos gobiernos ya han eliminado 169,000 plazas en lo que va de año y desde la cuota máxima en el 2008, sus nóminas se han reducido en 316,000 empleos, una cifra que no incluye empleos en el sector privado vinculados al gasto gubernamental. Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, advirtió la semana pasada que la eliminación de empleos y la reducción de gastos de los gobiernos locales y estatales estaban restando impulso a la recuperación económica. Y dos terceras partes de los economistas que respondieron a la Encuesta Económica de la AP más reciente dijeron que la crisis de presupuesto significa una amenaza significativa o grave para la economía. Cuando los gobiernos locales y estatales eliminan empleos o reducen los servicios, eso afecta a empresas que tienen contratos con los gobiernos para construir escuelas o reparar puentes. Y las reducciones se hacen sentir en toda la nación, lo que hace que la población gaste menos. Los empleados públicos de gobiernos locales y estatales ganan un promedio anual de $82,800 en sueldo y prestaciones, según el Departamento del Trabajo. La baja en el gasto de los gobiernos locales y estatales en el primer trimestre del año significó una reducción de medio punto porcentual en la actividad económica nacional. Las reducciones se deben a la baja en los ingresos por concepto de impuestos como consecuencia de la recesión. Los ingresos estatales bajaron 11 por ciento entre el año fiscal 2008, cuando comenzó la recesión, y el año fiscal 2010, calculó la Asociación Nacional de Autoridades Estatales de Presupuesto. Pero una esperada inyección de asistencia federal ayudará a reducir el impacto. El Senado aprobó la semana pasada un paquete de $26,000 millones en asistencia a los estados con la esperanza de salvar los empleos de maestros y otros empleados públicos. Se espera que la Cámara apruebe la medida esta semana. "Sin ese dinero tendría que decir que lo peor de los despidos está por llegar', dijo Brian Sigritz, director de estudios fiscales estatales de la Asociación. "No cabe duda que es una ayuda'.