9 de agosto de 2010
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Londres, 9 ago (EFE).- Los millonarios incentivos económicos previstos en la ley de reforma financiera Dodd-Frank pueden atraer a numerosos informantes y dar lugar a un aluvión de denuncias contra empresas y bancos radicados en EEUU. "La magnitud de las recompensas refleja la calidad de los informantes que queremos: gente de dentro de una compañía, una agencia de corretaje o cualquier otra empresa regulada", dijo al Financial Times Stephen Cohen, funcionario de la Security and Exchange Commission (SEC), el regulador bursátil de EEUU. Esos importantes incentivos financieros para quienes denuncien a las autoridades la existencia de fraudes empresariales forman parte de las profundas reformas de Wall Street que se convirtieron en ley el mes pasado. Las personas que proporcionen informaciones que permitan a la SEC actuar con éxito contra una empresa responsable de algún tipo de fraude tendrán derecho a entre un 10 y un 30 por ciento de las sanciones de más de un millón de dólares que se le impongan a aquélla, además de a una parte de las ganancias de un eventual litigio. "Ha habido recientemente acuerdos de conciliación por cantidades de hasta 800 millones de dólares....es un incentivo tremendo para eventuales informantes y para las firmas legales que los representen", declaró al periódico británico John Coffee, profesor de Derecho de la Universidad de Columbia. Sin embargo, algunas entidades del sector financiero y abogados que representan a empresas han advertido de que la magnitud de las recompensas ofrecidas puede hacer que proliferen las denuncias de empleados descontentos, con el consiguiente despilfarro de recursos tanto por parte del empresario como del regulador. "Nuestra única preocupación es que se vayan a fomentar así las denuncias maliciosas por parte de gente que sólo quiere dañar a la empresa", advierte la Asociación para los Mercados Financieros de Europa. "Se terminará absolviendo a la empresa, pero las investigaciones absorberán tiempo y recursos. Es una ley que habrá que seguir muy de cerca", señala la Asociación. La Security and Exchange Commission insiste, sin embargo, en que puede hacer frente a un aluvión de denuncias: "Tenemos los mecanismos apropiados para estudiar miles de denuncias anuales, y el sistema se perfecciona continuamente", afirma el funcionario de ese organismo Stephen Cohen.