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  Por el libro
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5 de agosto de 2010

El Nuevo Dia

El Censo 2010 podría revelar que la población residente en Puerto Rico, en lugar de aumentar, registró un descenso durante la pasada década.

Una disminución en los nacimientos vivos y un aumento en la emigración, sobre todo a Estados Unidos, son los dos factores responsables de tal merma, afirmó ayer el demógrafo y estadístico Raúl Figueroa Rodríguez.

En comparación con el Censo 2000, cuando la población se calculó en 3,808,610 habitantes, los datos de este año 2010 se estiman en 3,756,000, es decir, unos 52,000 habitantes menos.

Figueroa Rodríguez señaló que el descenso equivale al 1.4% del total de personas registradas hace diez años.

La cifra es comparable con la población de municipios como Juana Díaz y Río Grande.

Para llegar a sus conclusiones, el experto analizó los datos del Censo pasado, las estadísticas vitales del Departamento de Salud de 2000 a 2009 y un estudio de l Instituto de Estadísticas de Puerto Rico (IEPR) sobre migración.

"Los números de nacimientos han bajado", dijo Figueroa Rodríguez al precisar que el año pasado nacieron 44,080 niños y niñas en la Isla, lo que representa una disminución de 25.9% en comparación con el 2000 cuando hubo 59,460 nacimientos vivos.

"Y las defunciones se han mantenido constantes, lo que quiere decir que el crecimiento natural también se ha mantenido constante", dijo.

Específicamente, de enero de 2000 al 31 de diciembre de 2009 nacieron 506,298 niños y niñas en Puerto Rico. Durante ese mismo periodo, hubo 287,644 muertes. Cuando se restan ambas cifras, el crecimiento natural aproximado es de 218,654 personas.

"Pero la población no depende sólo de eso. Para hacer el estimado hay que sumarle la migración", aclaró.

Figueroa Rodríguez citó un estudio del IEPR, realizado como parte de un memorial para el Senado -con relación al R. del S. 2010-, que encontró que hasta el 2007 el balance migratorio en el País era de 190,000 habitantes.

"Esto quiere decir que hasta ese momento se habían ido de Puerto Rico 190,000 personas más de las que llegaron", explicó el experto.

Dicho estudio concluyó que el balance migratorio por año en Puerto Rico es de 27,000 personas, lo que supondría que en los pasados tres años unas 81,000 personas han abandonado la Isla.

Así las cosas, el balance migratorio en la última década asciende a 271,000 personas. Ese total es comparable con la población de Bayamón.

"Estas cifras son asumiendo que la emigración se mantuvo estable en los últimos tres años, pero entiendo que con la Ley 7 (de Emergencia Fiscal) y la crisis económica que estamos viviendo, el flujo de personas pudo ser mayor", dijo Figueroa Rodríguez.

Cuando se restan el crecimiento natural y el balance migratorio se obtiene el descenso en población.

De acuerdo con Figueroa Rodríguez, la población puertorriqueña habría comenzado a bajar en algún momento entre los años 2003 y 2004.

"Pero no esperábamos que el cambio fuera de esta forma, fue un cambio muy rápido. No vamos a llegar a los cuatro millones de habitantes, como algunos habían dicho", manifestó.

JóVENES Y EDUCADOS

Figueroa Rodríguez precisó que los puertorriqueños que están emigrando a Estados Unidos son, en su mayoría, jóvenes entre 20 y 30 años, quienes, además, tienen más escolaridad que los que se quedan en la Isla.

"La posibilidad de que tengan estudios graduados es el doble del que se queda. Estamos perdiendo fuerza trabajadora joven y bien capacitada, lo que acelera el envejecimiento de nuestra población", expuso.

Agregó que el panorama no pinta favorable, toda vez que los llamados "baby boomers" (quienes nacieron después de la Segunda Guerra Mundial) están próximos a retirarse. Este hecho implica que la fuerza laboral que se quede tendrá más presión para mantener a una población envejecida.

"Si la población envejece, el patrón de consumo cambia. Será más difícil que la economía se recupere. Habrá mucha más gente desempleada. Casi todos los empleos serán especializados y no habrán personas que cumplan con esas expectativas", advirtió.

A fin de contrarrestar estos efectos, Figueroa Rodríguez urgió al Gobierno a delinear desde ya estrategias dirigidas a las personas de edad avanzada.

Por ejemplo, el plan de salud estatal debe estar enfocado hacia la geriatría. "Estas personas necesitan un buen cuidado de salud para que puedan seguir aportando", comentó.

De igual forma, el plan de salud debe inclinarse hacia la prevención en lugar de hacia el tratamiento. "Hay que mejorar los estilos de vida", dijo.

HAY QUE ESPERAR

Fabián Sánchez, gerente de la oficina del Negociado del Censo en Puerto Rico, indicó que los primeros datos oficiales del Censo se tendrán en marzo de 2011, es decir, exactamente un año después de que se hicieran las pruebas.

Los datos los recibirán el gobernador Luis Fortuño y el juez presidente del Tribunal Supremo, Federico Hernández Denton.

Sánchez agregó que actualmente su oficina está "en proceso de terminar el censo", lo que incluye tareas como verificar las unidades que fueron identificadas como vacantes y darle seguimiento al cotejo de los cuestionarios.

"En términos de resultados no hay nada que se pueda revelar", enfatizó.

Cambios en el patrón de emigración

Las grandes oleadas migratorias hacia Estados Unidos iniciaron en las décadas del 40, 50 y 60. Nueva York y Nueva Jersey eran los destinos principales.

Estas emigraciones estaban compuestas en su mayoría por personas pobres, rurales y relegadas por los procesos de industrialización y urbanización.

Las recientes migraciones de puertorriqueños, a partir de la década del 90 y reforzadas con el nuevo milenio, tienen como destino principal la Florida.

A diferencia de los anteriores, los nuevos grupos reflejan varias clases sociales y niveles educativos, que buscan mejores oportunidades de empleo.

Antes, muchos de los emigrantes regresaban a Puerto Rico a disfrutar de sus años de retiro. La tendencia actual es abandonar el País definitivamente