19 de julio de 2010
El Nuevo Dia
Algo pasa en las neveras de las casas en verano que la compra parece que no dura nada. Los jugos, el pan, la leche, todo desaparece como por arte de magia. Otro de los gajes de tener a los chicos de vacaciones. A menos de que esté considerando ponerle un candado a la alacena, hay que encontrar formas de ahorrar a la hora de ir al supermercado, y de seguro ya tiene algunos truquitos. A continuación encontrará algunos más que podría añadir a la lista, recomendados por expertos en planificación financiera al igual que por el portal Get Rich Slowly.org. 1. Almacene artículos cuando estén en especial Esté pendiente a los especiales en alimentos no perecederos, de esta manera, puede abastecerse y tenerlos a mano cuando los necesite sin tener que hacer viajes adicionales al supermercado y comprarlos a precio regular. Algunos buenos candidatos son los alimentos enlatados, la pasta, el arroz, los condimentos, la salsa y el aceite. Si le preocupa que los gorgojos ataquen el arroz o la pasta, puede guardarlos en bolsas plásticas con zipper. 2. Compre con un plan Antes de salir al supermercado, tome tiempo para hacer un menú para la semana, verifique la alacena y la nevera para ver los ingredientes que ya tiene y los que necesite comprar. Incluya todas las comidas, incluso las meriendas, para evitar compras de impulso. Elimine las distracciones para que pueda seguir plan, así es que deje los niños en la casa y no salga con el estómago vacío. 3. Haga bien la cuenta En algunos supermercados rotulan los artículos con el precio total y el precio por unidad, por onza, por libra, o alguna otra medida. Esto le permitirá comparar mejor el costo y así hacer la mejor decisión para ahorrar. Es posible que un paquete de pañales desechables de 40 unidades cueste $13, que es 33 centavos por cada uno; pero si compra la caja de 144 pañales por $35, el costo por unidad es de 24 centavos. Aunque nueve centavos no parezca mucho, cuando es un artículo de consumo continuo, como en este caso, el ahorro puede superar los $20 al mes. Esta estrategia también le ayudará a discernir mejor esos especiales de "compre dos, y el tercero es gratis". Con frecuencia, el precio está inflado y el ahorro no es el que uno piensa, así es que es mejor comparar el precio por unidad de otros productos similares en la góndola. 4. Evite comprar alimentos preparados o empacados individualmente Pague por la comida no por la envoltura. Aunque parezca más conveniente comprar el paquete de lechuga picada y lavada, puede costar $1 ó $2 más que comprar una cabeza de lechuga entera. Lo mismo ocurre con las meriendas en tamaños individuales, como las que se envían a los niños en las loncheras. Quizás pueda comprar una caja de galletas y dividir las porciones usted mismo en bolsas plásticas en casa. 5. Evite el carrito o la canasta de compra Si sólo va a buscar leche o pan, no coja una canasta porque se verá tentado a comprar más. Si está limitado a agarrar sólo lo que pueda cargar, será más fácil evitar las compras por impulso. Use el carrito o la canasta sólo cuando los necesite. 6. No examine artículos que no necesite Mientras más interactúe con algo, es más probable que lo compre. Evite a las personas simpáticas que ofrecen muestras en los pasillos del supermercado. También trate de ignorar los montajes atractivos que hacen al final de las góndolas o cerca de las cajas registradoras, están ahí, precisamente, para motivarlo a comprar. 7. Haga una compra grande, en vez de varias pequeñas Aunque esto contradice la tendencia que se está viendo en Puerto Rico, los consejeros financieros sugieren que mientras menos veces vayas al supermercado, menor la tentación de comprar lo que no necesitas. Además, ahorras tiempo y gasolina en viajes adicionales. 8. Aproveche los cupones de descuento, los shoppers y los especiales sabiamente El que esté en especial no significa que tiene que comprarlo si no le hace falta. La mejor forma de evitar estas compras de impulso es recortar sólo los cupones o especiales de los artículos y alimentos que suelen estar en su lista de compra. 9. Revise el recibo Asegúrese de que los precios están correctos, en particular de los artículos en especial, porque es común que no aparezcan bien en la computadora. Esté pendiente cuando la cajera esté cobrando, y si tiene alguna duda, hágaselo notar. Incluso, cuando pague y le entreguen el recibo, tome un momento antes de salir del supermercado para repasar y regrese a verificar si tiene alguna duda. No tenga reparos en reclamar si identifica un error, es su dinero. 10. Olvide la lealtad a las marcas Esta es una lección que los boricuas aprendieron bastante rápido, a juzgar por la más reciente Radiografía del Consumidor. Las marcas privadas de las tiendas pueden ser tan buenas, y a veces hasta es el mismo producto en otro empaque. Pero también aplica a los productos en especial, aproveche los especiales, aunque no sean de la marca que acostumbre comprar.