9 de julio de 2010
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NUEVA YORK (Reuters Health) - ¿Va a comprar zapatillas para correr? Un estudio sugirió que usar calzado adaptado a la forma de los pies no evitaría las lesiones. New Balance, el fabricante de las zapatillas utilizadas en el estudio, ayuda a los corredores a elegir el mejor calzado deportivo a partir de la forma del pie y otros factores a través de un servicio online llamado Find your Total Fit. Pero "con solo medir la morfología de los pies (...) no se puede indicar un calzado para prevenir lesiones", dijo el doctor Bruce Jones, investigador del estudio y responsable de un programa de prevención de lesiones del Comando de Salud Pública del Ejército estadounidense, en Aberdeen Proving Ground, Maryland. Las compañías de calzado comercializan distintos modelos de zapatillas para corredores según el movimiento de los pies y la distribución del peso al golpear el piso, lo que se conoce como pronación. Las personas con pronación excesiva giran el pie demasiado hacia adentro al andar, mientras que las personas con poca pronación no lo hacen lo suficiente. El calzado se comercializa bajo la idea de que al ajustar esas diferencias, los corredores pueden mejorar la mecánica del movimiento al andar y evitar lesiones. La pronación se mide con una huella del pie, que permite examinar cuánta superficie de la planta queda en contacto con el piso mientras el corredor está parado. Pero los reclutas del Cuerpo de Marines que usaron las zapatillas después de esa medición sufrieron tantas lesiones como un grupo de corredores con pronación normal que usaron calzado básico. El doctor Joseph Knapik, epidemiólogo de Aberdeen, dirigió el estudio sobre 1.400 reclutas (hombres y mujeres), a los que se les analizó la forma del pie y, al azar, fueron asignados a uno de dos grupos. Algunos recibieron zapatillas comercializadas para su tipo de pronación: si era excesiva, obtenían un calzado con control de movimiento, si era insuficiente, un calzado con amortiguación y si era normal, zapatillas con estabilidad, al igual que el segundo grupo, que actuó como grupo de control. Todos los participantes usaron el calzado asignado y lo alternaron con botas de combate durante el entrenamiento de 12 semanas. El equipo de Knapik analizó las lesiones en los reclutas. En todas las mediciones, el equipo halló poca diferencia en la frecuencia con que los dos grupos sufrieron problemas: el 42 por ciento de los hombres que habían usado zapatillas personalizadas y el 41 por ciento de los que habían usado calzado con estabilidad. Entre las mujeres, la diferencia tampoco fue estadísticamente significativa: sufrieron lesiones el 37 por ciento de las usuarias de las zapatillas personalizadas y el 45 por ciento de las usuarias del calzado con estabilidad. Los resultados, publicados en The American Journal of Sports Medicine, coinciden con estudios previos que los autores habían realizado sobre reclutas del Ejército y la Fuerza Aérea. Para el doctor Joseph Hamill, experto en ejercicio físico de la University of Massachusetts, en Amherst, una explicación sería que la técnica de medición de la huella no da resultado para asignar el calzado más adecuado. "No se van a prevenir lesiones con la medición estática", dijo Hamill, que no participó en el estudio. Para realizar una evaluación más precisa, la medición debe hacerse en una cinta para correr o con equipo más especializado. El mensaje para los corredores es que no deben prestar demasiada atención a las etiquetas, dijo Jones. "Tienen que elegir el calzado que más les guste y con el que más cómodo se sientan", aconsejó. FUENTE: The American Journal of Sports Medicine, online 24 de junio del 2010.