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  Por el libro
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8 de julio de 2010

El Nuevo Dia

La debilitada economía, así como el creciente nivel de desempleo y las exigencias cada vez más rigurosas de los bancos a la hora de otorgar préstamos, han derribado la construcción de viviendas, y los miembros de la industria guardan pocas esperanzas de que la situación mejore en un futuro cercano.

A pesar de que la economía ha dado tímidas señales de recuperación en renglones como la venta de autos, esa mejoría no se ha sentido entre los constructores, que hoy día han visto su industria prácticamente detenida por más de un año.

Según las cifras más recientes del Construction & Sales Activity Report de la firma Estudios Técnicos, durante el primer trimestre del año se vendieron en Puerto Rico 903 unidades de vivienda, 29% menos que durante el mismo periodo el año anterior y 24% si se compara con el último trimestre del 2009.

En la región de Aguadilla, por ejemplo, se registraron bajas en las ventas de 68% entre enero y marzo, comparado con el último trimestre del 2009, y le siguen Bayamón y Caguas con reducciones de 53% y 52%, respectivamente.

Sólo Ponce, Mayagüez y Fajardo reportaron alzas, siendo este último el de mayor crecimiento con un 312%.

"El mercado está mucho más débil este año... Empezamos el año por debajo de las 1,000 unidades por trimestre, una baja sin precedentes", señaló el economista Graham Castillo, de la firma de consultoría.

Mencionó que para el año 2005, cuando la industria de la construcción estaba sólida, se vendieron sobre 3,000 unidades por trimestre, y mencionó que en un "mercado estable" se espera que el nivel de ventas ronde las 2,500 unidades.

"La crisis financiera, el hecho de que se han perdido 100,000 empleos, eso te va a debilitar cualquier mercado. El nivel de confianza está muy bajo, no está creciendo el empleo y el sistema financiero está mucho más exigente... Tú mezclas todos esos factores y tienes lo que estás viendo", apuntó.

El presidente de la Asociación de Constructores de Hogares (ACH), Hans Moll, destacó que, desde hace unos tres años, las compañías dedicadas a la construcción de viviendas han perdido entre 80% y 90% de sus empleados, según entrevistas realizadas entre los más de 200 miembros de esa organización.

Moll sostuvo que el mercado de viviendas actualmente se encuentra en proceso de transición, motivado, entre otras cosas, por la reciente consolidación de tres instituciones bancarias.

Se quejan de los bancos

Aunque complacido con la manera en que se manejó el proceso, el líder de los constructores de hogares indicó que algunos desarrolladores han expresado quejas porque los bancos adquirientes presuntamente han eliminado las ofertas a los compradores, lo que, a su juicio, abona a la poca actividad en ventas y no permite reducir el abultado inventario de viviendas disponibles.

"La carga de trabajo a nivel ejecutivo que tienen todos estos bancos es inmensa, y la reconocemos, pero hay quejas de muchos proyectos de que los bancos lo primero que hicieron (fue que) detuvieron las ofertas a los compradores... Es necesario que en el proceso transicionario, se establezcan las nuevas ofertas lo antes posible", subrayó Moll.

El presidente de la ACH resaltó, además, que al presente el "79% de los préstamos de construcción están morosos".

José Nolla, vicepresidente de la Asociación de Contratistas Generales (ACG), señaló la situación de la banca como uno de los problemas principales que tienen que resolverse para que la construcción marche hacia adelante.

"Estamos tocando fondo, todavía no estamos rebotando, pero estamos poniendo un pie en el piso y en la expectativa de que la banca engrase los motores y encienda la máquina", dijo Nolla, vicepresidente también de la firma Nogama Construction.

A pesar de que no prevé cambios inmediatos en el panorama, Nolla confía en que en unos seis u ocho meses comiencen a verse señales alentadoras en la industria, sobre todo a raíz de los contratos que se otorgarán como parte del proyecto de modernización de escuelas bajo Alianzas Público-Privadas.

Para el vicepresidente de la ACG, ese proyecto inyectará algo de vitalidad a la industria, pero el mercado de vivienda tomará más tiempo, pues depende de otros factores económicos.

El mercado a futuro

De cara al futuro, Moll planteó que uno de los principales retos que enfrentan los constructores es descifrar de qué manera pueden lograr eficiencias en la edificación de viviendas que permitan que su costo baje y sean más asequibles al grueso de la población.

Insistió en que los desarrolladores tendrán que identificar cómo lograr mayores eficiencias durante la construcción.

"Cómo llevar un producto a un costo que el consumidor pueda adquirirlo, cuando ese consumidor tiene un poder adquisitivo menor", puntualizó.