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  Por el libro
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8 de julio de 2010

El Nuevo Dia

Las tiendas Walmart han gastado un año y más de dos millones de dólares en honorarios legales para impugnar una multa de $7,000 que funcionarios federales de seguridad impusieron luego de que una horda de clientes atropellara de muerte a un empleado en una de sus tiendas en Long Island, durante la venta del madrugador de 2008.

El misterio, según funcionarios federales, es por qué Walmart combate tanto una multa tan modesta.

Ya Walmart tomó las medidas debidas para evitar accidentes similares. Tres semanas antes de que la Administración federal de Seguridad y Salud Ocupacional (PSHA, en inglés) ordenara la multa, Walmart – para evitar cargos criminales – llegó a un acuerdo extrajudicial con la fiscalía del condado de Nassau, en Nueva York, que exigía la puesta en vigor de nuevas técnicas para manejar multitudes en todas sus 92 tiendas en el estado de Nueva York. En ese momento, Walmart también acordó crear un fondo de $400,o0o para atender a clientes lesionados en la estampida y donar $1.5 millones a programas comunitarios en el condado de Nassau.

Más recientemente, la compañía anunció mejoras a sus políticas de control de multitudes en todas las tiendas en Estados Unidos, a fin de prevenir incidentes lamentables en días como el viernes después de Acción de Gracias, cuando se celebra la ya tradicional venta del madrugador.

Pero al combatir la multa federal, Walmart argumenta que el gobierno está tratando de definir indebidamente que los minoristas deben tomar medidas para evitar el riesgo ocupacional de que un trabajador sea atropellado por una multitud.

La batalla campal de Walmart contra una penalidad relativamente menor mantiene sorprendidos y hasta molestos a algunos funcionarios oficiales. Como parte del proceso, ha presentado 20 mociones y respuestas que suman casi 400 páginas. Además, ha gastado al menos $2 millones en honorarios legales, según cálculos de OSHA.

La disputa está tan caldeada – y la defensa de Walmart es tan vigorosa – que funcionarios en OSHA, brazo supervisor del Departamento federal del Trabajo, se quejan de que han tenido que dedicar una enorme cantidad de recursos humanos al caso, incluidas 4,725 horas de trabajo de la oficina legal.

La compañía ha radicado tantas exigencias a funcionarios del Departamento del Trabajo que los funcionarios explicaron que sólo podían hablar del caso de forma anónima, por temor a recibir una orden judicial para exponer lo que hablaron con la prensa.

Hoy, la disputa alcanzó un nuevo punto álgido: los abogados de Walmart impugnarán la multa ante una comisión federal de apelaciones.

OSHA impuso la multa de $7,000 a raíz de la muerte de Jdimytai Damour, un empleado temporero de 34 años, que murió de asfixia cuando una horda de clientes frenéticos por los especiales del viernes del madrugador irrumpieron en la tienda de Valley Stream, Nueva York, instantes antes de la hora de apertura pautada para las 5:00 am. La multitud, que se estimó en 2,000 personas, llevaba haciendo fila varias horas.

En mayo de 2009, OSHA acusó a Walmart de no proveer un lugar de trabajo libre de "peligros reconocidos". Específicamente, la agencia dijo que la compañía violó su "deber general" hacia los empleados, al no tomar acciones adecuadas para protegerlos de situaciones que podrían "causar muerte o serio daño físico".

Walmart, el minorista más grande del mundo, dice que los reguladores de OSHA intentan hacer cumplir une estándar vago de protección cuando no existían reglas de OSHA ni de la industria sobre cómo prevenir lo que cataloga de "incidente imprevisto".