Inicio  





 Lo Más Visto
- LUMA anticipa apagones duplicarían para el 2025
- Gobernador concede libre día después de Acción de Gracias sin cargo a vacaciones
- Ford detendrá la producción de las camionetas F-150 Lightning EV




  Por el libro
Bookmark & Share

1 de julio de 2010

Yahoo

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los médicos con laboratorios en sus consultorios tienden a ordenar más análisis a sus pacientes, lo que se traduce en un gasto millonario en salud, de acuerdo a un estudio.

Pero los autores advirtieron que es muy pronto como para saber si esos profesionales están solicitando análisis innecesarios o brindando una atención de mejor calidad.

El equipo de la doctora Tara Bishop, de la Escuela de Medicina Mount Sinai, analizó la frecuencia con que se ordenaban cinco análisis de laboratorio, incluido el de colesterol y electrolitos.

Con los datos de una encuesta nacional en consultorios privados, los autores compararon las órdenes de médicos de atención primaria y especialistas con y sin su propio establecimiento y con o sin laboratorios.

Los dueños de centros donde también se realizan análisis clínicos obtienen ganancias por los test que ordenan.

En Journal of General Internal Medicine, el equipo publicó que los especialistas con laboratorios en sus consultorios eran más propensos a ordenar todos los análisis que aquellos sin este servicio.

La posibilidad de pedir un análisis (un conteo completo de glóbulos rojos) era ocho veces más alta cuando los especialistas tenían un laboratorio que cuando no lo tenían.

Pero tener un laboratorio en el consultorio no influyó en la frecuencia con la que los especialistas sin laboratorio pedían análisis. Tampoco modificó las órdenes en el grupo de médicos de atención primaria, fueran o no dueños de sus consultorios.

Estudios previos habían demostrado que los médicos con equipamiento propio eran también más propensos a pedir tomografías, radiografías y otros test.

Hay leyes que impiden que los médicos deriven a los pacientes a laboratorios externos cuando tienen intereses comerciales, pero no a complejos que funcionan en sus consultorios.

El equipo calculó que el costo de un pedido adicional de análisis comunes se traduce en 75 millones de dólares de gasto extra por cada 100 millones de consultas a un especialista.

Los autores no están seguros de por qué los especialistas con un potencial interés comercial en los análisis pedían más pruebas, a diferencia de los médicos de atención primaria en la misma posición.

El doctor Jean Mitchell, economista de salud de la Georgetown University, en la ciudad de Washington, que no participó en el estudio, lo atribuyó a un reflejo de las diferencias salariales entre ambos grupos.

"Los especialistas tienen que tener más iniciativa", dijo, y agregó que los incentivos económicos son el reflejo de problemas más grandes en el sistema de salud de Estados Unidos.

"Medicare y las aseguradoras privadas tienden a pagar de más por los servicios", dijo. "A los médicos no les pagan mucho por las consultas; les pagan por hacer cosas. Todo el mundo responde a incentivos económicos", agregó.